La historia del premio literario francés más prestigioso comienza en el siglo XX. John-Antoine Nau, un ex navegante nacido en San Francisco (Estados Unidos) y residente en Saint-Tropez (Var), es el primer ganador y recibe una suma de 5.000 francos. Hoy en día, si el importe del premio es de sólo 10€, la cifra de ventas se multiplica por diez, veinte o incluso treinta y alcanza una media de 400.000 ejemplares… lo que supone un bonito premio para el ganador.
En octubre de 1914, la Academia tuvo que elegir una nueva mesa, tras el cierre del Café de París que frecuentó durante diez años, Drouant se convirtió en el nuevo lugar de reunión de los “Diez”. Fue el 31 de octubre cuando tuvo lugar la primera reunión de la Academia en este nuevo lugar, la plaza Gaillon, en el corazón de París, lugar frecuentado en los últimos años de su vida por Edmond de Goncourt.
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Génesis de un precio
El Goncourt, premio literario francés, el más antiguo y uno de los más importantes, fue “inventado” en 1867 por los hermanos Edmond y Jules de Goncourt, autores de Diario: memorias de la vida literaria.pero no fue hasta 1903 que, a través de un legado de Edmond, se creó la Académie Goncourt, una sociedad literaria de diez miembros cuyo principal deber era seleccionar al laureado entre las mejores obras de imaginación en prosa, publicadas en el año.
Por tanto, se prefiere la novela a cualquier otra forma literaria. Entre los ganadores se encuentran Marcel Proust, André Malraux, Elsa Triolet, Simone de Beauvoir, André Schwarz-Bart, Michel Tournier y Marguerite Duras.
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La mistificación de Émile entreabierto
Ningún problema empañó la reputación de este prestigioso premio hasta el 17 de noviembre de 1975, cuando Émile Ajar, prácticamente desconocido, recibió el Goncourt por su novela. La vida por delante. Una recompensa a la que renuncia “por razones de tranquilidad necesarias para el desarrollo de su trabajo”.
Se necesitarán varios años para levantar el velo de la mistificación y descubrir que, detrás de este nombre, se encuentra en realidad el escritor Romain Gary… doblemente ganador, porque ya recibió el premio en 1956 por Las raíces del cielolo cual está formalmente prohibido por los estatutos.
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Una excepción, por tanto, y una mistificación en la historia de Goncourt. Cuatro días después del anuncio de la recompensa, Romain Gary pidió a Paul Pavlowitch, su primo segundo, que interpretara el papel de Émile Ajar para los medios si era necesario, lo que iba a hacer, un poco en contra de su voluntad. Una desventura que contará en otro libro, firmado por su nombre, Paul Pavlowitch, El hombre que pensábamos.
El asunto sólo se revelaría tras la muerte de Romain Gary, quien, en 1980, deprimido, se suicidó y se llevó su secreto. Sin embargo, desde hace un tiempo algunos han expresado dudas sobre la identidad de Ajar, de su primera novela. Un gran abrazo. Romain Gary afirmará en un texto póstumo, titulado Vida y muerte de Émile entreabiertohabiendo adoptado este seudónimo para liberarse de su “persona” de autor famoso y encontrar la libertad de escribir.