El investigador ha publicado una primera colección sobre la curación del trauma en la cúspide de la poesía y la ciencia ficción.
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¿Cómo escribir sobre la violencia sistémica, aquella que nos aplasta, está inscrita en nuestra carne y se transmite entre generaciones? A esta pregunta, muchos escritores, novelistas y poetas contemporáneos han respondido con un testimonio frontal de vocación sociológica o de autoficción en su forma más vulgar o quirúrgica. Héloïse Brézillon, investigadora en creación literaria e instigadora desde 2018 con Margot Ferrera de la escena abierta parisina Eat your word, ofrece un enfoque sensible, al borde de la poesía y la narrativa de anticipación, gracias a “un dispositivo utópico de ciencia ficción”. esto da T3M, una primera colección “híbrido” publicado por Le Commun, cuyo objetivo es diseccionar y deconstruir (¿destruir?) las raíces de la violencia tal como se ejerce en los hogares y contra los niños.
T3M (para «modelo de mapeo de memoria traumática»en inglés en el texto) es en realidad una especie de inteligencia artificial, imaginada por el autor, que promete curar las consecuencias tras un largo mapeo de la corteza (de ahí la palabra cortégrafía) donde se encuentra la memoria (perceptiva, sensorial, etc.) se conserva. Básicamente, escribe el poeta, “dibuja líneas, mide cosas en su cabeza, dibuja puntos rojos, encuentra los caminos que te entristecen y crea desviaciones”. Y el protocolo adquiere tanto la apariencia de un sitio de excavación arqueológica como un juego de muñecas rusas para abrir. Es en este contexto donde interviene la poesía, una forma de lenguaje prospectivo –como un escáner metafórico de recuerdos– que sondea las capas de la memoria traumática una por una.
Primero identificando los lugares, luego los sentidos, sus raíces profundas, las emociones – ¡el clima! – que están asociados con él, o incluso con su paisaje general. Ejemplos: “los ladrillos de saliva / cementados al miedo crudo” o incluso “mi violencia es un clima / de cocina en primavera / es el epicentro de una palma / que pretende pasar por alto / pero no caer”. Esta prosa pictórica, basada en un léxico del cuerpo y de las ciencias brillantemente movilizado, se enriquece con una vocación declamatoria, como la transcripción de la pequeña música de un monólogo interior. Un viaje neuropoético poderosamente convincente y que salva vidas.
T3MHéloïse Brézillon, ed. du Commun, 120 páginas, 14 euros.
el extracto
Un brillo atrapa mi estómago. Quiero entender. explican los cortegrafos, con diagramas de apoyo. Cuando naciste, tu memoria no era más que un poco de gas en el fondo de tus ojos. Para constituirse, para materializarse, la memoria agrega a su alrededor todo el polvo presente en su entorno: polvo proveniente de la boca de los padres, de la boca de los abuelos, de la boca del resto de la familia, de la boca de los vecinos, de las bocas de los presentadores, de los informativos de las 20, de las bocas de los adorables cerditos de los cuentos antes de dormir, de las bocas de los novios, de los chillidos, de los ídolos… sí, todas las bocas hacen polvo para formar el planeta. que te servirá de recuerdo durante toda tu vida. su suelo está formado por los granos de todas las voces que escuchaste hasta los 7 años. Después de eso, bueno, se mantiene estable. Aquí es también cuando los recuerdos dejan de huir.