Sylvie Moulin ha pasado la última página de su libro Moneinchon

Sylvie Moulin ha pasado la última página de su libro Moneinchon
Sylvie Moulin ha pasado la última página de su libro Moneinchon
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“Estoy en la lectura pública desde hace 24 años”, afirma Sylvie Moulin, directora de la mediateca (La MéMo), cuya apertura en 2019 fue “un punto culminante” de su carrera profesional transcurrida durante 38 años en Monein, después de 5 años en animación. El miércoles 30 de octubre, con el corazón apesadumbrado, pasó la última página de su libro Moneinchon para hacer valer sus derechos de jubilación. “Me pusieron a disposición de la biblioteca -que era una actividad del Foyer rural- para desarrollar este servicio para los escolares”, rebobina la recién jubilada.

Convertida en municipal en 2005, la biblioteca se unió en 2011 al centro de lectura de la comunidad de municipios (CCLO), que asignó nuevas misiones a la estructura Monein, cuya sala de menos de 100 m² resultó ser estrecha. “De ahí nació el reflejo del proyecto de mediateca que abrirá sus puertas 8 años después, en el centro de la ciudad”, cuenta Sylvie Moulin, para quien la influencia de La MéMo se reflejará en su nuevo espacio de 400 m². Añadió que la estructura “se destaca dentro de la red CCLO por la integración de una cocina y su fuerte identidad en torno a la cultura local”.

En Soule

“Tengo un profundo apego al servicio público y a la lectura pública”, expresa también este activista de la lectura que elogió la introducción del “cuarto de hora de lectura” en la universidad y luego del sistema de la “aldea de lectores”, en 2019, lanzado por Yves Salanave-Péhé. “El gusto por la lectura es también el gusto por comprender el mundo”, afirma antes de lamentar “el uso excesivo de las pantallas hoy en día”. “Sin embargo, creo que la gente no está leyendo menos sino de forma diferente, con lecturas más cortas, más entretenidas y más variadas”.

Virginie Amat-Supervielle, que llega en 2018, sucederá a Sylvie Moulin al frente de La MéMo, donde también trabajan Mappy Massoué y, más ocasionalmente, Linda Orak. “Seguiré leyendo, contando historias pero también escribiendo cuentos, cuentos y otros textos”, confiesa Sylvie Moulin, que se retirará a Soule, cerca de su familia.


Los últimos momentos dentro de La MéMo para Sylvie Moulin.

Hervé Pouyau

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