Philippe y Camille se aman con verdadero amor y aman tanto a su hijo Louis. Pero cuando este último se convierte en víctima de su escuela a causa de la mochila Petite Pouliche que lleva al hombro, la unidad familiar se resquebraja.
Publicado a las 8:00 a.m.
Escrita por el español Paco Bezera, la obra mi pequeña potranca está inspirada en dos historias reales, las de niños que fueron víctimas de bullying en Estados Unidos en 2014. El tema molestó al director Louis-Karl Tremblay. “Leí el resumen de esta obra en un sitio alemán y ya quedé intrigado”, dice el hombre que dirige la producción presentada en La Licorne.
Después de una primera traducción retocada con inteligencia artificial (la obra se presenta posteriormente traducida por Stéphanie Cardi), sintió la urgencia de presentar en Quebec – y por primera vez en francés – este “thriller social” de actualidad. “Cuanto más leía, más me preguntaba cómo resolverían los padres este dilema entre libertad y seguridad. Me reconocí inmediatamente en este niño. »
Me pareció conmovedor que fuera el padre quien suplicara por la libertad de su hijo. Este no es el modelo masculino que tenía. Esta pieza provocó varias discusiones en mí.
Louis-Karl Tremblay
Para encarnar el tándem paterno, eligió a dos intérpretes que también son padres: Évelyne Rompré y Bruno Marcil. El primero representa a una madre para quien nada es más importante que unirse a las filas. “Camille es una mujer discreta que no quiere causar problemas”, explica Évelyne Rompré. Para ella lo bueno es la normalidad. Quiere que su hijo esté fuera de peligro, que ya no esté amenazado. Si el origen del problema es una mochila, pues quítatela y ¡listo! »
El padre, Philippe, está hecho de madera diferente. “A priori parece escuchar más a su hijo”, indica Bruno Marcil. Quiere que su hijo se emancipe tal como es. Este padre está dispuesto a luchar para que se acepte la diferencia de su hijo, dispuesto a hacer pagar a quienes quieren silenciar a su hijo con su falta de apertura o de rectitud. »
linea delgada
Entre el padre y la madre el choque de valores será grande. Ambos personajes descubrirán rápidamente los límites –y los peligros– de sus respectivas posiciones. En mi pequeña potrancaimposible elegir un bando. Nadie es completamente negro o completamente blanco.
Éste, según Louis-Karl Tremblay, es el gran interés de este texto que fue objeto de una película en Alemania. “Este texto no invalida ninguna posición. No es moralizante ni educativo. No da respuestas, pero plantea varias preguntas. Camina sobre una línea muy fina y deja al espectador preguntándose cómo habría reaccionado él mismo ante una situación así. »
Lo mismo ocurre con el personaje de Louis, este niño de 10 años que está en el centro de la historia, pero al que nunca vemos. “Sabemos que es diferente, pero no sabemos en qué sentido”, afirma el director. ¿Es una diferencia física, una diferencia de origen u orientación sexual? El público tomará una decisión, probablemente basándose en sus prejuicios inconscientes. »
Paneles de yeso y clavos
Para servir de telón de fondo a esta pareja desgarrada por el rumbo que debe seguir para garantizar el bienestar de su hijo, Louis-Karl Tremblay imaginó una habitación en construcción. En medio de paredes desnudas de yeso, los protagonistas se convertirán en dos islas que ningún puente podrá conectar.
Como madre, este texto realmente me impactó. Estos dos padres tienen un hijo muy diferente a ellos. ¿Qué hace el padre con esto? Aceptamos al ser que hemos parido y lo apoyamos en lo que es o intentamos hacerlo encajar en un determinado molde… ¿por su propio bien?
Évelyne Rompré
“Es un texto mentalmente muy divertido de interpretar para un actor”, añade Bruno Marcil. Podría haberse quedado en cierto realismo, lo cual no hubiera sido interesante, pero nos abrimos más. La teatralidad da otro aliento para sacar a relucir los problemas reales. »
“La obra no está dirigida sólo a los padres”, afirma Louis-Karl Tremblay. Plantea preguntas sobre nuestra relación con la diferencia y nuestro nivel de tolerancia hacia las cosas que nos confrontan. »
mi pequeña potranca se presenta en La Licorne del 3 al 21 de diciembre.
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Un director y su musa
Además de mi pequeña potrancaLouis-Karl Tremblay y Évelyne Rompré colaboran en un proyecto que verá la luz en enero en el Théâtre de Quat’sous. Su título: Todo lo que. “Es una partitura muy acrobática que le envié a Évelyne”, dice el director. Al cabo de una hora, me volvió a llamar y me dijo: “¡Esto es aterrador! ¡Acepto!” » La obra escrita por el británico Alistair McDowall recorre la vida de una mujer corriente, desde su nacimiento hasta su muerte, todo ello en forma de exploración lingüística. El director explica: “Al principio son sólo palabras, luego, poco a poco, las palabras se convierten en conceptos, que se convierten en frases, que se convierten en experiencias. Y de repente, la vida se desarrolla. Y es sorprendente, porque lo pequeño se vuelve universal. Y pasa rápido. »
Todo lo que se presenta en el Théâtre de Quat’Sous del 22 de enero al 15 de febrero.
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