“Rara vez orgulloso”
“Rara vez estamos lo suficientemente orgullosos de lo que hacemos en Bélgica, lamenta Geoffroy Wolters, delegado general de PILen (Interprofessional Book and Digital Publishing Partnership), una asociación que reúne a representantes de autores, editores, libreros y bibliotecas públicas. E incluso aquellos interesados en la literatura belga-belga pueden tener dificultades para obtenerla a través de los canales tradicionales. Por eso la operación ¿Lees belga? tiene como objetivo sensibilizar al público en general sobre la riqueza y la diversidad de los libros belgas.”
Su quinta edición reúne a 83 editoriales que ofrecen más de 200 novedades, 70 librerías independientes, 230 bibliotecas y 180 escuelas para 10.500 estudiantes. A lo largo del mes de noviembre están programados encuentros con autores, talleres de escritura, debates, exposiciones, etc.
“En Bélgica existen tres segmentos del mercado editorial, explica Carine Lecomte, la flamante directora general de ADEB (Asociación de editores belgas francófonos). En primer lugar están las editoriales muy grandes que tienen una base internacional. Luego encontramos editores independientes introducidos en una estructura profesional. Representan la identidad de la edición belga francófona. Y, por último, hay multitud de pequeñas editoriales que representan el 75% del mercado editorial belga francófono. Mientras algunos tienen un proyecto realmente profesional, otros son más artesanales y empiezan por pasión. Tal profusión es una buena señal porque mueve el mercado. Nos interesa contar con una gran reserva de nuevos participantes para esperar que algunos logren fortalecerse, perpetuarse y así fortalecer la identidad de la edición belga francófona.”
De la pasión
Por amor a la literatura, la ex abogada Françoise Salmon creó las ediciones Murmures des Soirs en 2011.
“Siempre me digo que estoy loco por hacer un trabajo que no me permite vivir. A veces me canso, me agoto, viendo que es tan complicado, pesado, para tan pocas ventas. Se necesita algo de fuerza. ¡Pasión! Trabajamos horas y horas y, la mayoría de las veces, ni siquiera cubrimos nuestros costos.” Para aumentar su visibilidad, varias editoriales belgas han agrupado recientemente su distribución y distribución.
“No podría no ser optimista, pero no es un optimismo dichoso, explica Carine Lecomte. El volumen de negocios de las editoriales belgas francófonas aumentó en 2023 con respecto a 2022. La edición belga siempre se ha mostrado bastante resistente ante las turbulencias económicas. Estamos en un momento crucial con el desarrollo de la IA y la explosión del mercado de segunda mano. Podemos sacar algunos aspectos positivos de ello en términos de innovación”.