En el taller de… Gérard Lo Monaco – Revista

En el taller de… Gérard Lo Monaco – Revista
En el taller de… Gérard Lo Monaco – Revista
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El libro, esta ciencia inexacta, forma parte de la vida de Gérard Lo Monaco. Tenía diez años cuando llegó a París en 1958 (nació en Argentina, ndr). Con apenas veinte años, fascinado por la vida intelectual de la Margen Izquierda, fue diseñador gráfico para importantes editoriales, entre ellas Robert Delpire, futuro fundador del Centro Nacional de Fotografía y editor de Brassaï, Robert Frank. Lo Monaco se codea con el pintor e ilustrador André François (que diseñó el logotipo de la editorial infantil L’École des Loisirs, nota del editor), los editores André Balland y Jean-Jacques Pauvert. En medio de una revuelta universitaria, el joven participa en el libro colectivo las paredes hablan (ediciones Tchou), que enumera los aforismos revolucionarios pegados en las paredes de las calles y universidades parisinas: “Vive sin descanso, disfruta sin obstáculos”; ‘Sé realista, pide lo imposible’… Una obra de culto hoy en día, diseñada únicamente a partir de tipografías minimalistas (Lo Monaco es fanático de la tipografía suiza y fanático de uno de los maestros del género, Adrian Frutiger).

En los años 1980, entré directamente en el mundo del espectáculo, con la Cartoucherie de Vincennes de Ariane Mnouchkine como direcciones o el teatro Aquarium.

Gerard Lo Mónaco

Pero la otra pasión de Lo Monaco, que comparte con su esposa Marina, es el escenario. También fue compañero de viaje de Jérôme Savary y su Gran Circo Mágico, creando decorados teatrales prácticamente sin nada y con mucha imaginación: “En los años 80, entré directamente en el “mundo del espectáculo”, con la Cartoucherie de Vincennes de Ariane Mnouchkine como direcciones, o el teatro Aquarium”, recuerda el artista. Posteriormente, trabajó como decorador para el Théâtre national de Chaillot y colaboró ​​con Bob Wilson y Patrice Chéreau. También incursiona en el mundo de los artistas pop, con portadas de discos de Les Négresses vertes y Mano Negra. En 2020, firmó la escenografía de “Putain d’expo” en la Filarmónica, para su amigo de toda la vida el cantante Renaud. Y en 2017, incluso ganó un Grammy por su increíble box set pop-up creado para una recopilación de canciones de Edith Piaf (Warner): “¡Fue una locura! Entre bastidores conocí a muchas estrellas, estaban Beyoncé y Daft Punk”, recuerda el artista, todavía divertido por el episodio. De repente suena el timbre, llamándonos al orden. Fin del viaje. Como Alicia y su conejo blanco, debemos volver a atravesar el espejo y, de manera más prosaica, tomar el metro. Gérard Lo Monaco nos conduce hacia la salida, con una sonrisa: “Ya sabes, el mundo de la infancia lo llevo dentro de mí. » ◼

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