Beatrice Keul, la suiza que afirma que Donald Trump la agredió sexualmente, fue la invitada del programa “7:30 p. m.” de RTS el jueves por la noche. Esta exmodelo y excandidata a Miss Suiza reiteró sus acusaciones, que reveló esta semana en el “Daily Mail” británico: “Me besó en los labios y en el cuello. Intentó levantarme el vestido. Agarró y tocó mi cuerpo donde pudo”.
La escena, según el testimonio de la zuriquesa, que hoy tiene 53 años, tuvo lugar en 1993 en Nueva York, al margen del concurso de belleza American Dream Pageant. Tenía entonces 22 años.
Según ella, Donald Trump literalmente saltó sobre ella en una habitación de hotel. “No tuve tiempo de darme la vuelta, él ya estaba sobre mí. Me tocó por todas partes y me besó. En ese momento pensé que me iba a morir”, dijo. Y añadió que cree haber tenido mucha suerte de poder repeler al estadounidense, en particular gracias a su gran tamaño y su firmeza.
Frente a Philippe Revaz, explicó que en ese momento también se había encontrado con Jeffrey Epstein, el ahora fallecido depredador sexual. Supuestamente intentó convencerla de que se reuniera con Donald Trump en su residencia de Mar-a-Lago, Florida. Una oferta que consideró “muy sospechosa” y rechazó. “Me sentí como si Heidi hubiera entrado en Predator Land”, comentó.
Pero ¿por qué estas acusaciones hoy, más de 30 años después de los supuestos hechos, a pocos días de las elecciones que enviarán a Kamala Harris o Donald Trump a la Casa Blanca? Una coincidencia, repitió el suizo, que jura no estar vinculado ni a los demócratas ni a los republicanos. Dice que encontró una caja vieja que contenía todos los documentos y recuerdos relacionados con este viaje a Nueva York.
La cincuentona también reveló en RTS que no tenía intención de perseguir a Donald Trump ni de entablar una guerra legal. Pero ella quiere contar su verdad sobre el papel. “No creo que vaya a intentar nada, pero mi venganza será mi libro”, anunció.
El bando del candidato presidencial republicano refutó sus acusaciones, diciendo que eran falsas.
Cabe señalar que, aunque algunos medios estadounidenses informaron sobre las acusaciones de Beatrice Keul, este testimonio no llegó a los titulares en los Estados Unidos. Quizás porque Donald Trump ya se ha enfrentado a casi treinta acusaciones de agresión sexual –incluida una condena– pero, curiosamente, eso no parece tener mucha influencia en los votantes.
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