BEIRUT | El ataque israelí del viernes en los suburbios del sur de Beirut dejó 31 muertos, incluidos tres niños, y 68 heridos, dijo el sábado el ministro de Salud libanés, Firass Abiad.
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“El balance de muertos asciende a 31”, incluidos “3 niños de 4, 6 y 10 años”, así como “7 mujeres” y “68 heridos”, indicó el ministro en rueda de prensa.
Por su parte, el Hezbolá proiraní anunció que había perdido a 16 de sus miembros.
“Los equipos de rescate y paramédicos trabajaron toda la noche para extraer a los heridos y víctimas de los escombros”, indicó también el ministro, precisando que “un edificio residencial se derrumbó sobre sus ocupantes” tras el allanamiento.
Según una fuente cercana al movimiento, el ataque tuvo como objetivo una reunión “en el sótano” del “comando” de la fuerza de élite de Hezbolá, la unidad al-Radwan, y mató a su líder, Ibrahim Aqil, y a un alto comandante, Ahmed Mahmoud Wahbi.
El ejército israelí anunció el viernes que había llevado a cabo un ataque “selectivo” y “eliminado” a Ibrahim Aqil, así como a “una docena de comandantes” de Hezbolá, “responsables del lanzamiento diario de cohetes” contra Israel.
Ibrahim Aqil es el segundo alto oficial militar asesinado por Israel desde que el movimiento islamista abrió el frente sur del Líbano hace casi un año para apoyar al grupo palestino Hamás en su guerra contra Israel en Gaza.
La redada supone un nuevo golpe para Hezbolá después de una serie de explosiones mortales esta semana, atribuidas a Israel, que tenían como objetivo sus sistemas de transmisión.
El ministro de Salud dijo que el número de muertos por la explosión del equipo de comunicaciones del partido aumentó a 27 el miércoles en la explosión de walkie-talkies y a 12 el día anterior en la explosión de buscapersonas.
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