Nigeria, país de África occidental, se prepara para revolucionar el cálculo de su riqueza nacional o PIB anunciando la integración de actividades hasta ahora ignoradas por las estadísticas oficiales, incluidas las relacionadas con la economía sumergida, como el tráfico de drogas y la prostitución.
Esta decisión sin precedentes fue anunciada por la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE).
Esta reforma estructural del cálculo del PIB nigeriano tomará 2019 como nuevo año de referencia, en sustitución de 2010.
Su objetivo es ofrecer una imagen más fiel de la actividad económica real del país.
Baba Madhu, director adjunto del BNE, justificó este enfoque destacando el importante impacto económico de las actividades ilegales, citando explícitamente el tráfico de drogas y la “profesión más antigua del mundo”, cuyos ingresos alimentan la economía formal a pesar de sus disputas. estatus legal.
Cabe señalar que esta iniciativa se produce en un contexto de decadencia económica para Nigeria, que ha perdido su condición de primera potencia africana, deslizándose a la cuarta posición detrás de Sudáfrica, Egipto y Argelia.
Por tanto, el enfoque forma parte de una estrategia destinada a restaurar la imagen económica del país integrando también sectores legales pero hasta ahora infravalorados, como la economía digital, la salud, los sistemas de jubilación y la industria minera.
Las implicaciones de esta revisión van mucho más allá del marco estadístico. Una revaluación al alza del PIB permitiría a Nigeria mejorar mecánicamente ciertos índices económicos cruciales, en particular el ingreso per cápita y el índice de deuda, lo que potencialmente facilitaría el acceso al financiamiento internacional.
Como recordatorio, la última revisión importante del PIB de Nigeria, en 2014, condujo a un espectacular aumento del 89% en la riqueza nacional declarada.