Sin embargo, si bien la ocupación ucraniana del territorio ruso ha disminuido, sigue siendo un elemento estratégico en el contexto de futuras negociaciones con Rusia. “Los rusos podrían verse obligados a retirarse de parte de la Ucrania ocupada para devolver Kursk a cambio.“, según el profesor.
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Algunos analistas se muestran muy optimistas sobre los efectos de esta ofensiva, como mostrar la vulnerabilidad de Rusia y desprestigiar a Vladimir Putin. Pero para Tom Simoens, los efectos positivos de este contraataque siguen siendo limitados. “También necesitamos ver qué está pasando en Donbass. Ucrania está cediendo terreno gradual y sistemáticamente a los rusos, y cada vez más terreno. Les faltan fuerzas armadas, soldados, soldados de infantería, soldados rasos con fusil. Todavía me pregunto si las operaciones en Kursk justifican el alto precio que los ucranianos se ven obligados a pagar en Donbass, donde ceden su propio territorio para defender el territorio ruso que ocupan y que han conquistado. Sigo siendo bastante crítico con esta operación en Kursk, aunque veo efectos positivos. Pero algunos efectos positivos han desaparecido por completo, como por ejemplo el impulso a la moral de Ucrania.
Problemas estructurales dentro del mando ucraniano
El general Oleksandr Syrsky, nombrado comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas el pasado mes de febrero, se ha enfrentado a numerosas críticas por su gestión de las tropas. Pero según Tom Simoens, hay muchos problemas que preocupan “el estilo de mando en general“. “No sé si Syrsky es el peor o el menos peor oficial. Pero los oficiales ucranianos todavía tienen demasiada mentalidad soviética. El ejército ucraniano todavía tiene un poco de esta cultura de corrupción y fraude. Cuando no nos atrevemos a admitir la realidad en los informes, no nos atrevemos a admitir que hemos perdido una posición, por eso damos órdenes poco realistas.“, añade.”Es difícil evaluar el papel exacto que desempeña Syrsky en los combates actuales. Los ucranianos se defienden en todas partes. No podemos decir que lo estén haciendo mal, manejan relativamente bien la lucha defensiva. Éste es también el papel del comandante en jefe; no ha habido ningún colapso ni implosión del frente ucraniano”.
“Pero Syrsky no logró resolver los problemas fundamentales del ejército ucraniano, es decir, la corrupción y el liderazgo”. precisa Tom Simoens, que señala numerosos problemas endémicos en el mando ucraniano. “Se podría decir que es un fracaso, que no hace suficientemente bien su trabajo. Pero hay que admitir que los problemas que enfrentan los ucranianos son gigantescos. No se cambia la cultura de una organización de un millón de personas en dos semanas”.
Abordar la escasez de soldados
Hace unos días supimos que casi 1.700 hombres de la brigada “Anne de Kiev”, que se entrenaba en Francia, habían desertado. “Esto es verdaderamente emblemático de todos los problemas del ejército ucraniano.“, reacciona Tom Simoens. “Ucrania está teniendo problemas para encontrar soldados de infantería, soldados que quieran meterse en las trincheras y hacer el trabajo más duro de esta guerra. La deserción es un problema universal y eterno de todas las guerras. Y no tengo la impresión de que se haya convertido en un problema inmanejable a nivel ucraniano. El problema con esta brigada “Ana de Kiev” es que fue dividida en diferentes partes. Enviamos un batallón a la izquierda y otro a la derecha, por lo que nunca funcionó como brigada. Deberían hacer lo contrario y crear una división del ejército por encima de las brigadas, para que puedan lanzar operaciones más grandes”.
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Pero el ejército ucraniano también sufre un problema de reclutamiento. “No es motivador convertirse en soldado de infantería en el ejército ucraniano. Todo el mundo sabe que faltan recursos, que falta infantería, así que esto no es un regalo. Es un círculo vicioso muy difícil de romper porque la situación empeora. En mi opinión, esto puede revertirse con una importante ayuda occidental y un programa de formación que dé cierta esperanza a los ucranianos.“
Un cansancio que se extiende a toda la sociedad ucraniana, porque el 60% de los ucranianos desearía iniciar negociaciones y se plantea abandonar determinados territorios en aras de la paz. “La gente está harta. Y eso es exactamente lo que Putin quiere.“, concluye Tom Simoens.
