“El mundo necesita entender que nuestro hospital está siendo atacado con la intención de matar y desplazar por la fuerza a las personas que se encuentran allí”. Era el 23 de diciembre. Hussam Abu Safia, director del hospital Kamal Adwan en el norte de la Franja de Gaza, dio la voz de alarma. Pero el mundo no entendió, o más bien no quiso escuchar. El viernes 27 de diciembre, el ejército israelí lanzó su asalto, dejando fuera de servicio el último gran establecimiento sanitario en el norte del enclave palestino. “Los informes iniciales indican que algunos servicios clave fueron gravemente quemados y destruidos durante la redada”, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado el viernes por la noche.
Esa mañana, el hospital albergaba a unas 350 personas, entre ellas 75 pacientes, así como a 180 miembros del personal médico. Los pacientes en estado moderado a grave se vieron obligados a ser evacuados al hospital indonesio destruido y fuera de funcionamiento, dijo la agencia de salud de la ONU, añadiendo que estaba “profundamente preocupada por su seguridad”.
Reiteró su llamado a un alto el fuego. “Esta redada en el hospital Kamal Adwan se produce después de la escalada de las restricciones de acceso para la OMS y sus socios, y de los repetidos ataques al establecimiento o sus alrededores desde principios de octubre”dijo la organización. “Tales hostilidades y redadas anulan todos nuestros esfuerzos y apoyo para mantener las instalaciones en un estado funcional mínimo. El desmantelamiento sistemático del sistema de salud en Gaza es una sentencia de muerte para decenas de miles de palestinos que necesitan atención médica. Este horror debe terminar y se debe proteger la atención médica. »
Como siempre, el ejército israelí explicó que había lanzado una redada contra el hospital Kamal Adwan porque “sirve como bastión terrorista para Hamás”pero no proporcionó pruebas. Cabe recordar que Tel Aviv hizo las mismas acusaciones durante el ataque al hospital de Al Shifa en 2023, y el ejército afirmó que Hamás estaba utilizando las instalaciones como centro de mando y control. Hasta la fecha no se ha aportado ninguna prueba que respalde estas acusaciones.
Áreas afeitadas sistemáticamente.
“Las fuerzas de ocupación llevaron a decenas de miembros del personal médico del hospital Kamal Adwan a un centro de detención para ser interrogados, incluido el director, Hussam Abu Safia”dijo el Ministerio de Salud palestino en el territorio controlado por Hamás en un comunicado emitido el sábado 28 de diciembre. La agencia de defensa civil de Gaza también informó que Abu Safia había sido arrestado. El mismo indicó que cinco miembros del personal, entre ellos un pediatra, habían sido asesinados. El director del Ministerio de Salud, Munir Al-Bursh, reveló que el ejército había ordenado a 350 personas que abandonaran Kamal Adwan y se dirigieran a una escuela cercana que albergaba a familias desplazadas. Entre ellos se encontraban 75 pacientes, sus acompañantes y 185 miembros del personal médico.
El ataque israelí al hospital Kamal Adwan no es una sorpresa. Gran parte del área alrededor de las ciudades norteñas de Jabalia, Beit Hanoun y Beit Lahiya ha sido vaciada de su población y arrasada sistemáticamente. Israel pretende crear una zona de amortiguamiento de varios kilómetros y mantener el control, de una forma u otra, sobre la Franja de Gaza. De ahí la postergación de un acuerdo para la liberación de prisioneros israelíes. Netanyahu no tiene intención de quedarse ahí.
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