La investigación avanza en Estados Unidos sobre el tiroteo del lunes en el estado de Wisconsin. La persona que abrió fuego en su escuela en Madison, matando a dos personas e hiriendo a varias, es un estudiante de 15 años, anunció la policía el lunes por la noche.
Shon Barnes, jefe de policía de esta ciudad del norte de Estados Unidos, dijo que el sospechoso asistía a la escuela cristiana privada Abundant Life Christian School. “Fue declarada muerta durante su traslado a un hospital local”, dijo, añadiendo que, según las primeras pruebas, la estudiante había sucumbido a “una herida de bala autoinfligida”.
Víctimas entre la vida y la muerte
El estudiante y el maestro que recibieron disparos murieron en el lugar de la tragedia, dijo Shon Barnes. Entre los heridos hospitalizados, dos estudiantes se encuentran entre la vida y la muerte, dos personas se encuentran en condición estable y otras dos han sido dadas de alta del hospital, dijo.
El presidente saliente, Joe Biden, por su parte, calificó el tiroteo de “impactante” y “sin sentido”. Aprovechó la oportunidad para instar una vez más al Congreso a “actuar” para aprobar leyes más restrictivas en un país que tiene más armas de fuego individuales que habitantes.
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Los repetidos asesinatos escolares provocan una fuerte emoción en la opinión pública de los Estados Unidos, un país que paga un precio muy alto por la difusión de armas de fuego y la facilidad con que la población tiene acceso a ellas. Más de 16.000 personas han muerto por armas de fuego desde principios de año en el país, según Gun Violence Archive, y la ONG registró en 2024 al menos 487 casos de tiroteos que provocaron al menos cuatro muertos o heridos.
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