El huracán Beryl, que azota el sureste de las Antillas con máxima fuerza, causó este martes importantes daños y al menos una muerte en el archipiélago anglófono de San Vicente y las Granadinas, pero se espera que pierda un poco de intensidad frente a las costas. de Jamaica el miércoles, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense.
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hora local del lunes (03:00 GMT del martes), el NHC elevó Béryl a la categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson utilizada para describir la intensidad de las tormentas. Esto corresponde a vientos superiores a 252 km/h y efectos “potencialmente catastróficos”.
El martes a las 06:00 GMT, en su primer boletín del día, el NHC precisó que los vientos se intensificaban hasta casi 270 km/h. Ahora se espera, según el boletín de las 9.00 GMT, que Béryl se “debilite” más tarde el martes, pero el peligro persiste.
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“El ojo de Beryl continuará moviéndose rápidamente a través del sureste y centro del Mar Caribe hoy (martes) y se espera que pase cerca de Jamaica el miércoles y de las Islas Caimán el jueves”, dijo el NHC. “Aún debería estar cerca de la intensidad de un huracán importante”, añadió.
Antes de pasar a categoría 5, el ojo del huracán devastó el lunes Carriacou, una isla de Granada famosa por su belleza.
Los vientos se midieron hasta 240 km/h y “en media hora, Carriacou fue arrasada”, dijo a la prensa el primer ministro granadino, Dickon Mitchell. “El estado de emergencia sigue vigente. Quédense en casa”, instó en Facebook.
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“Está claro que la crisis climática está llevando los desastres a nuevos niveles récord de destrucción”, observó el jefe de la ONU para el Clima, Simon Stiell, cuya familia en Carriacou se encuentra entre las víctimas. Según su oficina, la casa de su difunta abuela fue destruida y la casa de sus padres sufrió graves daños.
“La crisis climática va de mal en peor y más rápido de lo esperado”, lo que requiere “una acción climática mucho más ambiciosa por parte de los gobiernos y las empresas”, añadió en una declaración a la AFP durante la noche del lunes al martes.
En el vecino archipiélago de San Vicente y las Granadinas, Béryl sembró desolación y dejó al menos un muerto, según el primer ministro Ralph Gonsalves.
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“Lamentablemente una persona murió. Podría haber más víctimas, no estamos seguros”, añadió en un vídeo de Facebook, y “el 90% de las viviendas resultaron gravemente dañadas o destruidas en una de las islas donde el techo del ‘aeropuerto fue arrancado’.
El huracán “más temprano”
En Barbados, viviendas y negocios se inundaron y barcos pesqueros resultaron dañados en Bridgetown. Parece que “se nos escapó por los pelos”, afirmó en un vídeo el ministro del Interior e Información, Wilfred Abrahams, aunque todavía hay que temer ráfagas de viento.
En la isla francesa de Martinica, en alerta de tormenta tropical, al igual que el sur de Haití y República Dominicana, el viento se ha intensificado desde el domingo por la tarde, con fuertes lluvias temporales, pero no excepcionales, según corresponsales de la AFP in situ.
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Unos 10.000 clientes se quedaron sin electricidad en Martinica en diferentes municipios, según EDF
Béryl es el primer huracán de la temporada en el Atlántico.
Un fenómeno meteorológico de esta escala es extremadamente raro a estas alturas de la temporada de huracanes, que se extiende desde principios de junio hasta finales de noviembre en los Estados Unidos.
El Observatorio Meteorológico Estadounidense (NOAA) había pronosticado una temporada extraordinaria a finales de mayo y la posibilidad de entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o superior.
Estas previsiones están vinculadas en particular a la evolución prevista del fenómeno meteorológico La Niña, así como a las altísimas temperaturas en el océano Atlántico, según la NOAA.
Las temperaturas en el Atlántico Norte evolucionan continuamente desde hace más de un año a niveles récord de calor, muy por encima de los récords históricos, según datos públicos del observatorio meteorológico estadounidense NOAA.
