¿Los uigures detrás de las llamadas salsas de tomate “italianas”? Desde 2020 y una investigación de New York Timessabemos que los uigures, minoría étnica de Xinjiang (China), están sujetos a políticas de trabajo forzoso, en particular para fabricar mascarillas quirúrgicas que luego fueron compradas por Francia.
Una nueva investigación, esta vez de la BBC, tiende a demostrar que el trabajo forzoso de esta población y de otras minorías musulmanas también se utiliza para cultivar tomates utilizados en la elaboración de salsas italianas que se venden en Europa.
Un origen confirmado
Para lograr este resultado, los periodistas Mike Rudin y Sarah Buckley llevaron a cabo un importante trabajo analizando datos de transporte de 64 purés de tomate vendidos en el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos. Al mismo tiempo, hicieron que la empresa australiana Source Cierta analizara el perfil de los tomates utilizados en estos productos comparando los oligoelementos absorbidos por los frutos.
De esta forma, sostienen que la empresa italiana Petti habría recibido entre 2020 y 2023 cerca de 36 millones de kilos de pasta de tomate procedente de Xinjiang. Los resultados de los análisis de Source Ciertos confirman que 17 de los 64 productos estudiados contienen tomates de origen chino. Entre los purés que contienen tomates chinos encontramos un 50% de productos de Petti.
Testimonios abrumadores
Petti es una empresa que forma parte de un gran grupo especializado en el procesamiento de tomates en Italia. Sus purés se utilizan luego en los productos de muchas marcas italianas, así como en los de varias marcas de supermercados, como Lidl. En detalle, los datos de transporte mostraron que los tomates recibidos por Petti fueron enviados por la empresa Xinjiang Guannong y sus filiales. Luego viajaron en tren a través de Kazajstán, Azerbaiyán y Georgia antes de ser enviados a Italia.
Como recordatorio, China proporciona alrededor de un tercio de la producción mundial de tomates. Se cultivan principalmente en la región de Xinjiang, donde se está llevando a cabo este programa llamado “reeducación a través del trabajo”, financiado por el gobierno y que conduce al trabajo forzoso de estas minorías musulmanas. Las 14 personas entrevistadas por la BBC afirmaron haber sufrido o presenciado trabajos forzados en los campos de tomates de Xinjiang, con mucha violencia. Por su parte, China ha negado la existencia de estos trabajadores forzosos en la industria del tomate.
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