Mientras una tormenta política se cierne sobre Michel Barnier en Francia, bajo la amenaza de una moción de censura, Emmanuel Macron dedicará el inicio de la semana a la diplomacia. El inquilino del Elíseo inicia este lunes una visita de Estado de tres días a Arabia Saudí.
Se le espera alrededor de las 19.00 horas en Riad para un primer encuentro cara a cara seguido de una cena con el príncipe heredero Mohammed bin Salman, gobernante de facto del reino. El objetivo es intensificar los vínculos con este poderoso actor en Medio Oriente y “trabajar juntos” para la estabilización regional.
Se pasó la página del asesinato de Khashoggi
Se trata del tercer viaje del presidente al reino desde 2017, una “relación muy estrecha” a la que el hombre fuerte del país, marginado durante un tiempo tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Turquía, respondió con tres visitas oficiales a Francia.
Los dos líderes “realzarán una mejora de la relación bilateral al nivel de una asociación estratégica”, anunció el Eliseo, recordando que la última visita de Estado de un presidente francés a Arabia Saudita se remonta a Jacques Chirac en 2006. En primer lugar, verán cómo “trabajar juntos” en los conflictos que sacuden la región. Con el Líbano en el “centro de las discusiones”, tras una frágil tregua que entró en vigor el miércoles entre Israel y Hezbolá, movimiento apoyado por Irán.
Emmanuel Macron, fortalecido por su papel en el alto el fuego, espera el apoyo saudí al ejército libanés, que se está desplegando en la frontera con Israel pero carece de recursos, y la resolución de la crisis política que sacude al Líbano desde hace más de dos años.
Hacia un retorno de la influencia de Riad en el Líbano
La monarquía del Golfo, durante mucho tiempo influyente en el Líbano, se ha retirado en los últimos años ante el creciente peso de Hezbolá. Pero este último sale muy debilitado del conflicto con Israel y Riad podría decidir “financiar nuevamente adquisiciones en beneficio de las Fuerzas Armadas libanesas, o incluso ayudas a la economía libanesa”, sugiere un experto en la materia.
Arabia Saudita, hogar de los lugares más sagrados del Islam, está en conversaciones con Washington para la normalización de sus relaciones con Israel y la concesión de garantías de seguridad estadounidenses. Pero a mediados de septiembre, el príncipe heredero saudí afirmó que su país no reconocería a Israel antes de la “creación de un Estado palestino”.
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Esta visita también tendrá un importante componente económico el martes, ya que el reino, primer productor mundial de petróleo crudo, apuesta por una diversificación acelerada para afrontar el potencial post-petróleo. El Jefe de Estado estará acompañado por una cincuentena de jefes de grandes grupos franceses (Total, EDF, Veolia, etc.), pero también de empresas emergentes en inteligencia artificial y física cuántica (Pasqal, Alan, Mistral, etc.). También se están llevando a cabo conversaciones para la adquisición de aviones de combate Rafale por parte de Riad.