Su decisión se produce apenas una semana después de que el gobernador de Luisiana, también republicano, promulgara una ley que prevé exhibir los “Diez Mandamientos” en todas las aulas. Esta ley fue inmediatamente impugnada ante los tribunales por una asociación que consideró que es inconstitucional y viola la separación entre Iglesia y Estado.
La medida anunciada en Oklahoma también tiene todas las posibilidades de acabar en los tribunales. La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos prohíbe el establecimiento de una religión nacional o la preferencia de una religión sobre otra.
Un anuncio saludado por Trump que corteja a los cristianos evangélicos
Pero en los últimos años, la derecha trumpista ha incrementado su discurso identitario destinado a devolver los valores cristianos al centro del debate público.
La semana pasada, Ryan Walters acogió con satisfacción la ley de Luisiana y explicó que quería imitarla. “Debemos traer a Dios de vuelta a la escuela y no permitir que la izquierda radical transforme nuestras escuelas en centros ateos que hablan de nuestro país sin tener en cuenta la influencia de la fe”, insistió en FoxNews.
Un discurso inmediatamente saludado por el propio Donald Trump, que cuenta con el apoyo de los cristianos evangélicos para intentar recuperar la Casa Blanca frente a Joe Biden en noviembre. “El superintendente del estado de Oklahoma, Ryan Walters, hizo un gran trabajo anoche en FoxNews. Es fuerte, decidido y conoce el tema. ¡AMO OKLAHOMA!”, aplaudió el expresidente republicano en su red Truth Social.
Oklahoma, miembro del “Cinturón Bíblico” del sur de los Estados Unidos, intentó recientemente financiar con fondos públicos una escuela religiosa privada, lo que habría sido una novedad en los Estados Unidos. El proyecto fue rechazado esta semana por los tribunales locales, pero el caso podría llegar hasta la Corte Suprema.
