Hablando en las columnas de Wall Street Journal, altos funcionarios de la Casa Blanca admitieron que efectivamente ha habido una desaceleración en los envíos de armas estadounidenses a Israel en los últimos meses, en comparación con los primeros meses de la guerra. Un hecho que, sin embargo, justifican no por un deseo deliberado de Washington, sino por una desaceleración de los pedidos israelíes. Según ellos, la mayoría de los bienes encargados por el Estado judío ya han sido suministrados por los Estados Unidos, y es el volumen de pedidos del gobierno israelí el que ha disminuido entretanto.
Para respaldar estas afirmaciones, el periódico estadounidense explica que el seguimiento de los envíos de armas de Estados Unidos a Israel es complejo, porque los pedidos a menudo se realizan con años de antelación y el gobierno estadounidense no anuncia públicamente sus envíos. Muchas armas suministradas por Estados Unidos se envían a Israel sin ninguna divulgación pública, a menudo basándose en ventas de armas previamente aprobadas, arsenales militares estadounidenses y otros medios que no requieren conocimiento público ni del Congreso ni del público. Wall Street Journal. Una dinámica que dificulta evaluar el alcance y el tipo de armas que Estados Unidos está proporcionando a Israel.
Hace aproximadamente una semana, Benjamin Netanyahu publicó un vídeo en el que criticaba duramente a la administración Biden, diciendo que había habido una desaceleración significativa en los envíos de armas desde Estados Unidos. Estas acusaciones enfurecieron a Washington, que inmediatamente canceló un foro dedicado a Irán en el que iban a participar funcionarios israelíes. Negando categóricamente las acusaciones del Primer Ministro israelí, la administración estadounidense denunció “cálculos políticos internos”.
