La industria turística cubana, calificada como el “motor de la economía”, se enfrenta a una de las peores crisis de su historia. Un informe del grupo de expertos Cuba Siglo 21 destaca una disminución alarmante en indicadores clave del sector, a pesar de inversiones de más de 24 mil millones de dólares en los últimos 15 años.
Entre enero y octubre, la isla caribeña gobernada por los comunistas recibió sólo 1.718.636 turistas, una caída del 48,23% respecto al mismo período de 2019, antes de la pandemia. Estas cifras están muy lejos de los 3,5 millones de visitantes que esperaba la dictadura este año. La tasa de ocupación hotelera cayó al 25%, mientras que los ingresos de la industria cayeron un 61,82% en cinco años, de 3.185 millones de dólares en 2019 a 1.216 millones de dólares en 2023.
Caída en los principales mercados emisores
La caída del turismo afecta a casi todos los mercados importantes. Los visitantes provenientes de Canadá, que representan el 39,41% del total de visitantes, disminuyeron un 19,15% respecto a 2019. El turismo proveniente de Estados Unidos experimentó una drástica caída del 73,93%, mientras que el número de cubanos expatriados que visitaron la isla disminuyó un 52,56%. En Europa, Mercados como el Reino Unido, Francia e Italia experimentaron caídas de más del 70%.
El informe atribuye la crisis a varios factores estructurales y políticos:
- Monopolio GAESA: el Grupo de Administración Empresarial SA (GAESA) centra sus decisiones financieras en el turismo, descuidando sectores importantes como energía, transporte y agricultura ver nuestro artículo;
- Crisis sistémica: Los constantes cortes de energía, el deterioro de la infraestructura, los brotes de dengue y la creciente inseguridad han convertido a Cuba en un destino turístico poco atractivo;
- Fuga de cerebros: la emigración masiva ha afectado gravemente la calidad de los servicios turísticos;
- Política exterior controvertida: La alianza del régimen con Rusia en la guerra de Ucrania y sus vínculos con actores internacionales controvertidos han deteriorado las relaciones con mercados europeos clave. La desconfianza de la diáspora cubana hacia las iniciativas oficiales de inversión ha llevado a este segmento a recurrir a Destinos alternativos como República Dominicana, que hoy atrae gran parte del turismo familiar.
Desafíos y perspectivas
El colapso del turismo cubano es un duro golpe para la economía de la isla. Para revertir esta tendencia, los expertos dicen que el país debe abordar problemas estructurales como la crisis energética, mejorar la seguridad sanitaria y crear un entorno favorable para las inversiones extranjeras, así como recuperar la confianza de los mercados internacionales. Mientras tanto, otros destinos caribeños se consolidan y atraen cada vez más turistas, dejando a Cuba cada vez más atrás.
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