Tebboune, Palestina y playas libres

Tebboune, Palestina y playas libres
Tebboune, Palestina y playas libres
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En su edición del pasado 23/5, el diario Noche argelina anuncie – en la primera página, por favor – esto: “Tebboune insiste en playas libres.»

El mundo entero está deslumbrado. ¡Que hombre! ¡Qué líder!

Nos enteramos, en la página 7 del mismo periódico, que fue en pleno Consejo de Ministros que el Presidente exigió a su gobierno garantizar la estricta aplicación de la ley contra “aquellos que violan este principio».

¡Tiemblen, violadores de principios! ¡Este Tebboune no permitirá que esto suceda, este Tebboune está contraatacando!

El gran Rousseau, pensador político, escribió una vez esta famosa frase: “El primero que, después de cercar un terreno, se le ocurrió decir: esto es mío, y encontró gente bastante sencilla para creerlo, fue el verdadero fundador de la sociedad civil.»

El inmenso Tebboune, un pensador del tipo “bañista”, exclamó: “El primero que, habiendo cercado un trozo de playa, se le ocurra decir: esto es mío, encontrará unas personas bastante sencillas, yo a la cabeza, que le dirán: buen macache

Entre los principios más sagrados de la República, aquellos que el Presidente personalmente garantiza que se salvaguarden, están la soberanía nacional, la democracia y el no pagar por el bronceado.

Pero, en realidad, ¿quién se ocupa de este asunto en un país normal? Estos son los municipios; si no hacen su trabajo, un subprefecto, o incluso su adjunto, se hará cargo del asunto. Con su último lanzamiento, el líder mínimo demuestra una vez más lo que todo el mundo sospechaba desde su nombramiento por la junta militar de Argel como magistratura suprema (de aves de corral): apenas tiene el nivel de subprefecto adjunto – ¡y aun así! Con nosotros sería m’qaddemno más.

Recordamos que el títere de los cabos había prometido la pena de muerte a los tenderos sospechosos de especular con productos de primera necesidad. ¿Y para los violadores –(del-principio-libre)–de-las-playas? Al menos el descuartizamiento, la rueda y la estaca, la decapitación, ¿no? De lo contrario, ¿qué sentido tendría el presidente? él mismo hacerse cargo del asunto?

Hablemos ahora de otra costa, la de Gaza, donde un campo de refugiados lleva el nombre de Ash-shati’ -la playa. ¿No había dicho Tebboune, desde lo alto de una especie de balcón, a los extasiados periodistas locales: “¡Palestina, yo me encargo!” Veríamos lo que veríamos.

Ahora vemos cuál es la brillante estrategia del inquilino temporal -muy temporal- de Mouradia. Se trata de liberar primero todas las playas de Argelia –hará falta tanto tiempo como sea necesario– antes de liberar Palestina, empezando por Ash-shati’.

Entonces ese era el plan. ¡Que hombre! ¡Qué líder!

¡Qué salvavidas!

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