En un gesto altamente simbólico, el Consejo Nacional para la Protección de la Patria (CNSP) de Níger dio una bienvenida triunfal el 20 de junio de 2024 a tres de sus nacionales, recientemente liberados por las autoridades de Benín.
Esta recepción, cuidadosamente orquestada, marca un nuevo capítulo en las tumultuosas relaciones entre Benin y Níger, dos naciones vecinas cuyas relaciones se han deteriorado considerablemente desde el golpe militar en Níger.
El acto, lleno de emoción, tuvo lugar en el aeropuerto internacional Diori Hamani de Niamey.
Una guardia de honor esperaba a los tres nigerinos, entre ellos la directora adjunta de WAPCO Níger, Hadiza Moumouni.
El Primer Ministro Mahamane Lamine Zeine, acompañado por altos dignatarios, dio la bienvenida personalmente a los retornados y destacó la importancia política de su regreso.
Este asunto, que comenzó con el arresto de cinco nigerinos en la plataforma petrolera Sèmè-Kpodji en Benin el 5 de junio, cristalizó las tensiones entre los dos países.
Inicialmente acusados de entrada fraudulenta, tres de ellos fueron finalmente condenados a 18 meses de prisión por “robo de título y uso de datos informáticos falsificados” por el Tribunal de Represión de los Delitos Económicos y del Terrorismo (CRIET) de Benín.
La rapidez y relativa indulgencia del veredicto beninés, así como los discursos tranquilizadores que siguieron tanto de la fiscalía como de la defensa, sugieren una posible relajación de las relaciones bilaterales.
Este episodio destaca los complejos desafíos que enfrentan las naciones de África occidental en su búsqueda de integración regional y estabilidad política.
Si bien los intereses económicos y petroleros parecen estar en el centro de las tensiones, el llamado a ” vivir juntos “ iniciado durante el juicio podría abrir el camino a un diálogo renovado entre Niamey y Cotonú.
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