Después de diez años de presidencia de Klaus Iohannis, ferviente partidario de Kiev e incansable defensor de los valores europeos, estas elecciones conllevan mucho en juego, sobre todo porque las encuestas dan como favorito al candidato de extrema derecha.
Los rumanos están llamados a acudir a las urnas el domingo para la primera vuelta de las elecciones presidenciales en un clima social tenso que podría favorecer al candidato de extrema derecha.
Entre los 13 candidatos, el líder del partido AUR (Alianza para la Unidad de los Rumanos), George Simion, de 38 años, parece estar en condiciones de pasar a la segunda vuelta, según las encuestas que le atribuyen entre el 15 y el 19%, frente a un 25%. % para el favorito, el actual primer ministro socialdemócrata (PSD), Marcel Ciolacu, de 56 años.
Con su apasionado discurso de tintes místicos y conspiradores, Simion aprovechó, según los expertos, la ira de los rumanos empobrecidos por una inflación récord (10% el año pasado, 5,5% previsto en 2024). Su adhesión a la segunda vuelta prevista para el 8 de diciembre sería un trueno en este Estado miembro leal de la UE y de la OTAN de 19 millones de habitantes que hasta ahora se ha resistido a posturas nacionalistas, distanciándose de Hungría o de Eslovaquia.
Un fanático de Trump
«Tengo mucho miedo de que terminemos con Simion.» la noche de las elecciones, testifica en las calles de Bucarest Oana Diaconu, un informático de 36 años, preocupado por su carácter impredecible y sus diatribas contra la UE. Los colegios electorales abren a las 7:00 horas (05:00 GMT) y cierran a las 21:00 horas. Se esperan encuestas a pie de urna poco después.
Esta elección conlleva mucho en juego, incluso si el cargo de presidente es esencialmente ceremonial. Rumania, que comparte una frontera de 650 kilómetros con Ucrania y limita con el Mar Negro, desempeña un papel estratégico”vital», recuerda en un estudio el grupo de expertos New Strategy Center. Tanto para la OTAN, de la que alberga a más de 5.000 soldados, como para el tránsito de cereales ucranianos.
«La democracia rumana en peligro por primera vez desde la caída del comunismo en 1989», analiza el politólogo Cristian Parvulescu para la AFP. Con “una situación que se ha complicado» desde la victoria de Donald Trump en las elecciones americanas.
George Simion, que a veces lleva una gorra roja con el logo de Trump, no oculta su admiración por el multimillonario y espera aprovechar este viento favorable a las corrientes ultraconservadoras. Está particularmente en contra de cualquier ayuda militar a Kiev, que le prohibió sus actividades”.anti-ucraniano“, contra “la burbuja corrupta» de Bruselas, o incluso los derechos de las personas LGBT+. El funcionario cumple todos los requisitos de una política antiliberal y nacionalista y aboga por una Rumanía”más patriótico».
Los otros candidatos
A pesar de su baja popularidad, Marcel Ciolacu, deseoso de proyectar la imagen de un hombre humilde y autodidacta, espera convencer con su mensaje de “estabilidad“. Su partido, heredero del antiguo Partido Comunista, ha estructurado la vida política del país durante más de tres décadas en medio de múltiples escándalos de corrupción y actualmente gobierna en coalición con el liberal PNL.
En tercera posición en los sondeos se encuentra Elena Lasconi, de 52 años, ex periodista y alcaldesa de una pequeña ciudad al frente de un partido de centroderecha, lo que podría dar una sorpresa.