Las discusiones continúan en la conferencia climática COP29, organizada en Bakú, después de que los países en desarrollo consideraran insuficiente el viernes la propuesta financiera de los países ricos. Al final de 12 días de negociaciones, la Unión Europea y Estados Unidos pusieron sobre la mesa un aumento de la financiación climática de 100.000 millones de dólares anuales actuales a 250.000 millones en 2035.
Esta propuesta fue rechazada por muchos países del Sur. Los países africanos lo han calificado de “inaceptable”, destacando las inmensas necesidades financieras vinculadas a los desastres climáticos que están experimentando y su transición energética. Por su parte, los pequeños Estados insulares denunciaron un “desprecio” hacia sus “pueblos vulnerables”, recordando que con inflación, este compromiso tendría un impacto limitado en términos reales.
Necesita entre 500 y 1.300 mil millones de dólares
Los países en desarrollo, que calculan sus necesidades entre 500 y 1.300 millones de dólares al año, piden un esfuerzo mucho mayor para alejarse de los combustibles fósiles y adaptarse a los efectos del calentamiento global. Economistas de renombre encargados por la ONU, como Amar Bhattacharya, Vera Songwe y Nicholas Stern, apoyan esta demanda y estiman que la oferta debería aumentarse a al menos 300 mil millones de dólares por año.
Para llegar a un compromiso, la presidencia de Azerbaiyán propuso que la nueva financiación provenga de una “amplia variedad de fuentes, públicas y privadas, bilaterales y multilaterales, incluidas fuentes alternativas”. Sin embargo, un acuerdo final sigue siendo incierto, sobre todo porque muchas delegaciones planean abandonar Bakú antes del domingo.
Las ONG también están dando un paso al frente
Las ONG han criticado duramente la lentitud y la insuficiencia de las propuestas. “El mundo está ardiendo, no podemos esperar 11 años por cacahuetes”, afirmó Friederike Roder, de Global Citizen, pidiendo un compromiso mucho más ambicioso para acelerar la salida de los combustibles fósiles.
La sesión plenaria de clausura, inicialmente prevista para el viernes, se retrasó hasta el sábado por la mañana a las 10.00 horas (hora local), dejando un breve margen para llegar a un acuerdo. Pero como casi 200 países tienen que dar su consenso, el desafío sigue siendo inmenso.