Publicado el 22 de noviembre de 2024 a las 19:44 horas. / Modificado el 22 de noviembre de 2024 a las 21:07 horas.
La guerra en Ucrania está pasando al siguiente nivel. Un ICBM, o misil balístico intercontinental, que contiene una carga explosiva convencional, pero capaz de transportar una ojiva nuclear, ha sido lanzado desde Rusia hacia Ucrania. Unos días antes, el presidente Joe Biden autorizó a los ucranianos a utilizar estos misiles estadounidenses de largo alcance en Rusia. Una decisión sin precedentes.
Ucrania no tardó mucho en utilizar estos misiles. Se interceptaron seis cohetes en Rusia, ni siquiera 48 horas después de la luz verde de Joe Biden. Además, los británicos también habrían dado la misma autorización a su misil de largo alcance Storm Shadow, que Ucrania utilizó inmediatamente en Rusia.
Estas luces verdes se dan en un contexto un tanto especial:
- Corea del Norte ha enviado sus tropas al frente de Ucrania. Actualmente hay 13.000 soldados entrenando en Rusia. Pero según una fuente de Bloomberg, se podrían desplegar 100.000 norcoreanos.
- La reciente reelección de Donald Trump a la Casa Blanca, que promete el fin de la guerra en Ucrania con una medida sencilla: el fin del apoyo estadounidense. Esta autorización sería una manera de hacer a Ucrania más poderosa poco antes de la toma de posesión de Donald Trump en enero.
Para los especialistas, ésta sería una de las razones que explicarían dicha autorización. Del lado estadounidense, esto último también afecta a la región de Kursk.
Pero los seis misiles ATACMS cayeron en Bryansk, a 216 kilómetros de Kursk. Además, ningún soldado norcoreano fue objetivo de este ataque, aunque éste era uno de los objetivos de la autorización estadounidense.
Los ucranianos utilizaron ATACMS para atacar un arsenal en tierras rusas. Los ATACMS son estos misiles de largo alcance que datan de la Guerra Fría y que hasta ahora el ejército ucraniano sólo ha utilizado dentro de sus fronteras.
Vuelan a gran altura y son capaces de alcanzar un objetivo a 300 km de distancia. Los misiles Storm Shadow comparten similitudes, pero fueron desarrollados en la década de 1990 y son capaces de viajar una distancia de 550 km.
Esta evolución del conflicto no tiene precedentes. Hasta entonces, Occidente impidió el uso de sus misiles en tierras rusas por temor a cruzar una línea roja. Una decisión considerada también muy tardía por las autoridades ucranianas.
¿Y del lado ruso? La noticia obviamente tomó por sorpresa a los oficiales.
“Los generales pusieron brutalmente a Vladimir Putin contra la pared”.
La nueva doctrina nuclear, que llevaba varios meses preparándose, ha sido modificada recientemente. Autoriza el uso de armas atómicas para responder a un ataque aéreo masivo contra el país. Y… Aquí estamos.