Marchal se comunicó con nosotros a través del botón “Alertarnos” para contarnos la frustrante historia de su nuera, Julie. Después de años de preparación y de unos 2.500 euros invertidos en clases de conducción, a la joven el permiso teórico caduca… Luego debe volver a presentarlo para acceder al examen práctico.
Julie, de 31 años, vive en Andenne. Tras obtener su permiso teórico, invirtió cerca de 3.000 euros en clases de conducción para prepararse para el examen práctico. Fracasó en su primer intento, pero le dieron una nueva fecha el mes siguiente.
Cuando acude por segunda vez al centro examinador, le dicen que no está autorizada a realizar el examen práctico: su licencia teórica, válida por tres años, ha caducado… por tres días.
Ante esta situación, Marchal, suegro de Julie, expresa su indignación. Según él, el centro de examen podría haber anticipado este vencimiento y alertado a la joven con antelación. “Tenían todos los documentos, sabían cuándo vencía su licencia. Ahora tiene que empezar de cero por un error de su parte”.se lamenta. Además del coste de las clases y del examen, Julie recibe una multa de 28 euros por “no realizar la prueba”.
¿De quién es la culpa?
En el caso de las autoescuelas, la perspectiva es muy diferente. Odille (nombre ficticio), secretaria del establecimiento, insiste en que cada estudiante debe comprobar la validez de sus propios documentos: “Cuando proponemos una fecha, le corresponde a la persona verificar la validez de sus trabajos. Nosotros solo seguimos la disponibilidad del examen”.
El empleado precisa que Julie no necesita volver a realizar las clases de conducción, sino sólo el examen teórico y la prueba de percepción de riesgo, para restablecer la validez de su permiso teórico por un período de tres años. “Estas son las normas del Ministerio, no las nuestras”recuerda, asegurando que la autoescuela las aplica estrictamente.
Podrían haber hecho un movimiento
En cuanto a las tasas de examen y la multa a pagar, Marchal expresa su descontento: “Ni siquiera pudo hacer el examen. Podrían haber hecho un movimiento”.
La autoescuela se defiende explicando que, a pesar de la cancelación de la prueba, se generan costes por la reserva del instructor y del vehículo. “Todo esto está especificado en nuestra normativa”asegura Odille.
Luego especifica que los estudiantes reciben un folleto con una cláusula resaltada en negrita, que especifica: “En ningún caso la autoescuela será responsable de cualquier falta administrativa por tu parte”.
Si quiere poder obtener su licencia final, Julie no tiene otra opción que realizar su examen teórico, así como las pruebas de percepción de riesgo.
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