La Cámara Alta del Parlamento ruso validó, el miércoles, la ley que prohíbe la promoción de un estilo de vida sin niños, en un contexto de crisis demográfica en Rusia, agravada en gran medida por el conflicto en Ucrania.
Aprobada por unanimidad por los senadores, la ley ya había sido aprobada por la Duma, la Cámara Baja, el 12 de noviembre. Este texto se inscribe en el giro ultraconservador del poder ruso en materia social, adoptado bajo el liderazgo de Vladimir Putin y reforzado desde el ataque a gran escala lanzado contra Ucrania en febrero de 2022.
Según la ley, las personas que promuevan un estilo de vida sin hijos se arriesgarían a recibir una multa de 400.000 rublos (unos 4.000 euros) y los funcionarios públicos el doble. Para las personas jurídicas, la sanción podría incrementarse hasta los 5 millones de rublos (47.000 euros).
Los líderes políticos y religiosos ven en la defensa de los valores llamados “tradicionales” una extensión de la lucha de Rusia contra Occidente, acusado de “decadencia” moral. Los derechos de la comunidad LGBT en Rusia se han reducido notablemente a la nada.
La ley también pretende responder al importante descenso demográfico ruso que Vladimir Putin nunca ha logrado remediar desde que llegó al poder hace un cuarto de siglo.
En el punto de mira de los promotores de la ley, se encuentran comunidades y grupos que se expondrían a fuertes multas por realizar lo que se describe como la promoción de un estilo de vida “Childfree” (sin niños) y que tendrían una actitud agresiva hacia “aquellos que se dan cuenta de que su necesidad de ser madre o padre”, ya sea en Internet, en los medios y libros, en películas o en anuncios.
Los senadores también aprobaron el miércoles la ley que impide la adopción de niños rusos por nacionales de países que autorizan la transición de género y el cambio de estado civil, ahora prohibidos en Rusia. Excluir a los países que autorizan la transición de género equivale a excluir a los “países de la OTAN”, donde esto está generalmente permitido, señalaron en su texto explicativo los diputados, que ya habían votado a favor de la ley.
Desde 2013, el país ya ha prohibido la adopción por parte de parejas homosexuales extranjeras o de ciudadanos solteros de países donde las uniones entre personas del mismo sexo son legales. Ambas leyes aún no han sido promulgadas por el presidente Vladimir Putin, lo que suele ser una formalidad.