Los gobiernos alemán y finlandés hablaron el lunes de “guerra híbrida” y de la amenaza rusa, diciendo que estaban “profundamente preocupados” tras la rotura de un cable submarino de telecomunicaciones que une a sus dos países.
“Se está llevando a cabo una investigación exhaustiva” tras esta rotura, cuyas causas aún no han sido aclaradas, de un cable de fibra óptica en el Mar Báltico, anunciaron las ministras de Asuntos Exteriores de ambos países, Annalena Baerbock por Alemania y Elina Valtonen por Finlandia, en una declaración conjunta.
“Nuestra seguridad europea no sólo está amenazada por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, sino también por las guerras híbridas emprendidas por actores maliciosos”, dijeron.
Para estos últimos, “un incidente de este tipo suscita inmediatamente sospechas de daño intencionado”.
Este cable submarino de 1.172 kilómetros, denominado C-Lion1, une Helsinki con Rostock, un puerto del mar Báltico en el noreste de Alemania, desde 2016. Su operador, el grupo tecnológico finlandés Cinia, anunció que el lunes se detectó un “fallo” que provocó que todos conexiones de fibra a este cable a cortar. “Este tipo de ruptura no se produce en estas aguas sin impacto externo”, añadió el grupo de titularidad pública.
Los países europeos utilizan cada vez más el término “guerra híbrida” para describir las acciones dirigidas a perjudicarlos llevadas a cabo por Moscú desde la invasión de Ucrania en 2022. Ante el aumento de estos ataques, el expresidente finlandés Sauli Niinistö pidió el establecimiento de una servicio de cooperación en materia de inteligencia dentro de la Unión Europea, en un informe presentado a la Comisión a finales de octubre.
En octubre de 2023, un gasoducto submarino entre Finlandia y Estonia tuvo que cerrarse tras los daños causados por un ancla de un carguero chino.
Finlandia ha intensificado el seguimiento de los incidentes en el Mar Báltico desde el estallido de la guerra entre los vecinos Rusia y Ucrania. El incidente del lunes recuerda también el sabotaje ocurrido en septiembre de 2022 al gasoducto ruso Nord Stream en el mar Báltico, que aún no ha sido aclarado.
En agosto, el Wall Street Journal implicó al ex jefe de gabinete ucraniano, acusación que Kiev calificó de “absoluta tontería”.