El pueblo de Fourna, en las montañas del norte de Grecia, estaba amenazado de desertificación debido al envejecimiento de la población. Pero bajo el liderazgo del sacerdote y el maestro de escuela, los aldeanos alentaron a las familias con niños a venir y establecerse y su atractivo fue un éxito.
La montaña, los árboles hasta donde alcanza la vista, la plaza de una iglesia donde los niños juegan y andan en bicicleta, es el escenario de un pueblo que ha recorrido un largo camino. Recientemente, Fourna, en las montañas de Euritania, ha vuelto a la vida después de estar casi completamente vacía. Actualmente tiene alrededor de un centenar de habitantes, incluidas familias de otras regiones de Grecia.
Todo empezó con un pequeño anuncio publicado en Facebook: “Pueblo despoblado busca familia con niños”. La idea de los aldeanos era atraer a las familias ofreciéndoles, durante unos meses, alojamiento gratuito y perspectivas laborales.
Contenido externo
Este contenido externo no se puede mostrar porque puede recopilar datos personales. Para ver este contenido debes autorizar la categoría. Infografías.
Aceptar Más información
En pocas horas, el mensaje generó 20.000 comentarios y fue compartido 10.000 veces. El pueblo recibió entonces cerca de mil llamadas.
Un SOS desde la iglesia y la escuela
La iniciativa se lanzó en parte por instigación de la iglesia local. En el programa de RTS Todo un mundo, el sacerdote del pueblo Konstantinos Dousikos recuerda la época en la que la escuela primaria tenía hasta 60 alumnos.
“Pero este año, en esta misma escuela, sólo quedaron dos niños”, explica el religioso, que tiene un hijo (Nota del editor: los sacerdotes ortodoxos pueden casarse y tener hijos.). “Por eso era urgente hacer algo. De lo contrario, el año que viene, mi hijo menor, Panagiotis, habría sido el último alumno y la escuela habría corrido el riesgo de cerrar”, añade.
Nos conmovió esta necesidad de la gente de salir de la ciudad.
Panagiota Diamandi, la maestra de la escuela del pueblo, también está detrás de esta iniciativa. Pero este treintañero admite no entender cómo todo este asunto adquirió tales proporciones.
Aunque inicialmente la aldea atrajo a las familias, ella cree que al final fueron las familias quienes las atrajeron. “Elaboramos una lista con un centenar de familias que deseaban instalarse en un pequeño pueblo de montaña. Nos conmovió esta necesidad de la gente de abandonar la ciudad”, subraya.
La oportunidad de un nuevo comienzo
Durante la crisis económica que afectó a Grecia, que duró una década, muchos ciudadanos, incluido Stefanos Kostopoulos, tuvieron que buscar trabajo en el extranjero. Esta situación fue separando gradualmente a la familia, quedando el padre en Alemania y la madre y los hijos regresando a Atenas.
La oferta de instalarse en Fourna, con empleo garantizado, era, por tanto, una oportunidad atractiva para reunir a la familia.
Sin embargo, para que el ejemplo de Fourna sirva de modelo y allane el camino a un sistema de vasos comunicantes entre los habitantes de las ciudades y los de las montañas, los habitantes de la región insisten en la necesidad de un verdadero apoyo gubernamental.
Asunto de radio: Joël Bronner
Web de adaptación: Miroslav Mares