Un turista estadounidense fue arrestado en Japón bajo sospecha de grabar letras en una puerta de madera tradicional en un famoso santuario de Tokio, dijo el jueves la policía local.
El sexagenario habría arañado con las uñas uno de los pilares de un torii, una puerta tradicional erigida a la entrada de los santuarios sintoístas, en Meiji Jingu, uno de los santuarios más visitados de la capital japonesa. Una portavoz de la policía indicó a la AFP que el hombre fue detenido el miércoles “bajo sospecha de daños materiales”.
Esta detención se enmarca en una serie de incidentes que afectan a turistas extranjeros, cada vez más numerosos de los cuales se van de vacaciones a Japón, sobre todo gracias a la depreciación del yen.
En octubre, una influencer chilena con 139.000 suscriptores fue objeto de una campaña viral online muy negativa por haber publicado un vídeo de ella misma haciendo dominadas sobre un torii en otro santuario japonés. Luego se disculpó y dijo que “no era su intención faltarle el respeto” a este lugar sagrado.
Japón, que disfruta de una popularidad sin precedentes entre los visitantes extranjeros, dice que quiere recibir 60 millones de visitantes al año para 2030, casi el doble del récord establecido en 2019.
Pero el comportamiento indisciplinado y descortés de los turistas a veces molesta. En la antigua capital de Kioto, los residentes se han quejado del acoso a las famosas geishas de la ciudad.
Y una ciudad al pie del Monte Fuji instaló una gran barrera en la primavera, que ya fue eliminada, para disuadir a la gente de tomar fotografías de un famoso mirador del volcán detrás de una tienda de conveniencia, y muchos se aventuraron en la carretera para obtener la foto perfecta.
También se han implementado nuevas medidas de control de multitudes, como el acceso pago, en el sendero más popular hacia la cima del Monte Fuji.