Jean-Luc Mélenchon está particularmente enojado con ciertas críticas dirigidas a su bando. En su canal de YouTube, el líder del LFI se quejó el martes por la noche de un ambiente político-mediático “podrido” en Francia y “creado desde cero para que acabe mal” para los Insoumis. Según él, los miembros de su movimiento incluso se sienten “en peligro”.
“El ambiente podrido se produce cuando el ministro del Interior, Bruno Retailleau, ataca a los parlamentarios del Insoumis para acusarlos de antisemitismo”, afirma, mientras el inquilino de la plaza Beauvau anunciaba que había denunciado ante los tribunales el tuit de una diputada del LFI, Marie. Mesmeur. Este último había escrito
Caron, Portes y Boyard amenazados de muerte
Para Jean-Luc Mélenchon, “cualquiera que se oponga a la política genocida de Benjamin Netanyahu es inmediatamente acusado de antisemitismo”. El tres veces candidato presidencial subraya que Marie Mesmeur es “insultada diariamente en las redes sociales y reprendida”, que “varios de nosotros tuvimos que cambiar nuestro número de teléfono porque nos acosaban día y noche” y que “algunos fueron empujados físicamente y luego amenazado de muerte”.
“Nos sentimos en peligro”, advierte, mencionando también las amenazas de muerte contra los diputados Aymeric Caron, Thomas Portes y Louis Boyard. Por ello pide “que tengamos en cuenta el nivel de violencia que se ha alcanzado contra nosotros y que nos transmiten funcionarios como el señor Retailleau”.
Dirigiéndose a los internautas, Jean-Luc Mélenchon les pidió también “no participar de ningún modo en este ambiente”, asegurando que “los diputados del Insoumis mantienen la moderación en todo lo que dicen”. “Debemos desempeñar un papel que consiste, manteniendo la firmeza de nuestras posiciones, en no participar ni dar lugar a la escalada que nuestros adversarios quisieran provocar en perjuicio de nuestro país”, explicó.
Nuestro dossier sobre el conflicto palestino-israelí
La noche del 7 al 8 de noviembre, después de un partido de la Europa League, los aficionados del Maccabi Tel Aviv fueron perseguidos y golpeados en las calles de Ámsterdam. Estos ataques, calificados de antisemitas en particular por Israel y las autoridades holandesas, dejaron entre 20 y 30 heridos y provocaron la indignación en muchas capitales occidentales. Según el primer ministro holandés, en las redes sociales se había lanzado previamente un llamamiento a atacar a los judíos. También estallaron incidentes aislados antes del partido, incluidos cánticos antiárabes coreados por los seguidores del Maccabi.