Esta vez no se trata de tantear los pasillos del Estado federal ni de respetar los circuitos tradicionales de toma de decisiones. Menos de una semana después de su victoria en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, Donald Trump quiere actuar rápidamente en todos los frentes: los primeros nombramientos, la armonización del Congreso, los contactos con los líderes extranjeros, como si Joe Biden ya hubiera sido eliminado. “La lealtad lo es todo”resumió Steve Bannon, ex asesor especial del presidente, liberado de prisión poco antes de las elecciones y una vez más convertido en el incendiario presentador del influyente podcast “The War Room”.
Tras la esperada designación de Susie Wiles, su jefa de campaña, como jefa de su futuro gabinete en la Casa Blanca, Donald Trump habría elegido al representante Mike Waltz (Florida), veterano de la Guardia Nacional, como asesor de seguridad nacional, según el periódico estadounidense. prensa. También se prepararía para nombrar secretario de Estado al senador Marco Rubio, también de Florida. Estos dos perfiles difícilmente representan una ruptura con las opiniones tradicionales del Partido Republicano.
Pero la prioridad de Donald Trump por ahora es implementar su promesa: “La mayor operación de expulsión de la historia. » El presidente electo espera así revertir la desastrosa presión migratoria sufrida durante la era Biden, subestimada durante mucho tiempo por el demócrata, es decir, un total de 8,7 millones de detenciones en la frontera con México desde 2021 (una misma persona puede ser controlada varias veces). .
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En un mensaje en su red Truth Social el domingo 10 de noviembre, Donald Trump confirmó la designación de Tom Homan como jefe de las fronteras. Exdirector de la Agencia Federal de Control de Inmigración (ICE), no necesitará confirmación en el Senado para ocupar este cargo adscrito al ejecutivo, lo que confirma la prisa de Donald Trump en este acto simbólico y su desprecio por los procedimientos tradicionales.
Se estima que hay 12 millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos, lo que contribuye significativamente a la economía del país. El equipo de Trump ve este tema como una pirámide, con distintos niveles de urgencia. Según cifras oficiales del ICE, en julio de 2024 se contabilizaron cerca de 425.000 personas indocumentadas con condenas penales, incluidas 13.000 por homicidio. Serán los primeros en ser atacados. Durante la campaña, Donald Trump afirmó que ingresaron a territorio estadounidense durante la administración Biden. Lo que está mal. Esta cifra se refiere a un período muy largo (varias décadas) y, por tanto, también a su propia presidencia.
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