Ante una presión creciente, el canciller Olaf Scholz se declaró el viernes abierto a conversaciones para acelerar la celebración de elecciones anticipadas en Alemania tras la caída de su coalición de gobierno.
Es la primera vez que habla sobre el tema desde el trueno del miércoles por la noche, cuando anunció la destitución del ministro liberal de Finanzas, Christian Lindner, y su intención de someterse a un voto de confianza de los diputados el 15 de enero.
Las llamadas van en aumento
Según este calendario, las elecciones legislativas anticipadas no podrían celebrarse antes de marzo. Pero cada vez son más los llamamientos para que se celebren antes, a ser posible en enero. La mayor economía de Europa está al borde de la recesión y teme las consecuencias del regreso de Donald Trump al poder.
En su intervención en Budapest, al margen de una cumbre europea, Olaf Scholz insinuó la posibilidad de llegar a un acuerdo con los partidos de la oposición, en primer lugar los conservadores, si aceptaban apoyar determinados proyectos de ley pendientes.
Textos aún por aprobar
Pidió a los parlamentarios un “debate tranquilo” sobre los textos que aún pueden ser aprobados por el Parlamento, incluso si su gobierno es ahora una minoría, apoyado únicamente por los socialdemócratas y los verdes. Esto “podría ayudar a responder la pregunta de cuándo es el momento adecuado” para un voto de confianza que conduzca a elecciones anticipadas, añadió.
El líder socialdemócrata, en el poder desde finales de 2021, reconoció que “deben celebrarse nuevas elecciones rápidamente”. Según una encuesta publicada el viernes, dos tercios de los alemanes aspiran a nuevas elecciones sin demora. “¡Canciller, ceda el paso!”, escribió en un editorial el redactor jefe del “Bild”, el periódico más leído de Alemania.
“Muchos me han tocado el hombro”
En Budapest, el canciller dijo que sentía “mucha solidaridad” por parte de sus pares europeos. “Muchos me han tocado el hombro. Muchos tienen experiencia de gobiernos de coalición y saben que cada vez es más difícil (…)”, afirmó.
A su regreso a Alemania se encontrará con un país en plena efervescencia electoral. Al frente, el líder de los conservadores de la CDU, Friedrich Merz, omnipresente en los medios.
“Dejemos que Scholz plantee la cuestión de confianza la próxima semana”, durante una declaración prevista para el miércoles, afirmó el líder de 68 años, que tendría buenas posibilidades de convertirse en canciller en caso de elecciones. Una posibilidad, sin embargo, rechazada por el momento por un portavoz de Scholz. En la revista “Stern”, Merz convoca elecciones el 19 de enero, un día antes de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Las encuestas atribuyen a la CDU y a su aliado bávaro, el CSU, alrededor del 34% de los votos, por delante de la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Como ya no tiene mayoría parlamentaria suficiente para gobernar, se espera que Olaf Scholz pierda el voto de confianza.
Tres semanas para disolverse
El presidente Frank-Walter Steinmeier tendrá entonces 21 días para disolver el Bundestag y deberán celebrarse nuevas elecciones en un plazo de 60 días.
Por parte de los Verdes, el único aliado que le queda a Scholz, los preparativos también van bien. El vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, anunció, en un vídeo grabado en su cocina, su entrada en la carrera para liderar el país para que Alemania “ponga su fuerza al servicio de Europa”.
Una profesión de fe recibida con sarcasmo por Friedrich Merz, que bromeó sobre “un candidato a canciller con un 9% de intención de voto”.
Pero el líder de los conservadores también debe esperar una formación de coalición muy complicada en caso de victoria en las elecciones, ya que rechaza cualquier alianza con el AfD (alrededor del 17-18%).
El SPD (16%), los Verdes y posiblemente los liberales del FDP, antiguos aliados de Scholz, seguirán siendo posibles aliados si logran reunir el 5% de los votos.
(afp)