Durante este viaje histórico, el Presidente francés y el Rey Mohammed VI firmaron una declaración relativa a la Asociación Reforzada, un documento que, según Bourita, “marca la expresión de una ambición renovada de cooperación bilateral, firmemente anclada en los principios de igualdad entre los Estados , transparencia, solidaridad y responsabilidad compartida”. En una entrevista de revista El puntoEl jefe de la diplomacia marroquí explicó que esta declaración “esboza los ámbitos prioritarios de colaboración -como las energías renovables o la modernización de las infraestructuras ferroviarias y portuarias- llamados a convertirse en las bases de una relación enriquecida y mutuamente beneficiosa”.
“La asociación se basa en un auténtico enfoque de colaboración, un verdadero hacer con Marruecos, que consiste en hacer cosas juntos, reconocer y promover el potencial de las empresas marroquíes”, añadió Bourita, indicando que “las asociaciones emblemáticas, en torno a la Línea de Alta Velocidad y el hidrógeno verde, encarnan este nuevo espíritu”. El Ministro subrayó además que “la gobernanza de esta asociación también está definida en la declaración: estará bajo la supervisión directa de los dos Jefes de Estado y supervisada por un comité selecto, responsable de trazar caminos innovadores y aprovechar las oportunidades para anclar el fortalecimiento de esta relación a lo largo del tiempo”.
Leer: Marruecos-Francia: los desafíos de la visita de Emmanuel Macron a Rabat
El Ministro de Asuntos Exteriores también habló sobre la posición de Francia sobre el Sáhara, señalando que se trata de una posición importante, en el sentido de que este país es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y un actor influyente en la UE. Nasser Bourita recordó que cerca de 20 países de los 27 que componen la UE apoyan el plan de autonomía marroquí. “Hoy se reúnen todas las condiciones para avanzar”, prosiguió, sosteniendo que “la iniciativa de autonomía cuenta con el apoyo de más de 112 países en todo el mundo, entre ellos más de veinte países de América, entre ellos Estados Unidos, casi tres cuartas partes de los estados africanos y los países miembros de la Unión Europea. El ministro no dejó de lamentar el statu quo en el proceso de resolución del conflicto del Sahara, situación que repercute en la seguridad de la región.
Nasser Bourita también mencionó la iniciativa atlántica lanzada por el rey Mohammed VI, que “ofrece a los países del Sahel acceso a los puertos marroquíes, zonas de almacenamiento, infraestructuras logísticas y fibra óptica, y les apoya en los procedimientos aduaneros”. La idea es abrir el Sahel, sacarlo de su aislamiento”. “Francia, también implicada en esta región, persigue sus objetivos, pero con su propio enfoque”, afirmó el funcionario, añadiendo que “el objetivo común sigue siendo la estabilización del Sahel, con un profundo respeto por las elecciones de sus pueblos y con la firme deseo de promover su desarrollo”.