Se había convertido en una de las caras principales del levantamiento “Mujer, Vida, Libertad” que arrasó Irán durante meses en 2022. Los vídeos que muestran a la adolescente iraní Nika Shakarami, de 16 años, bailando y cantando han dado la vuelta al mundo.
Desapareció el 20 de septiembre de 2022, durante una manifestación tras la muerte de Mahsa (Jina) Amini bajo custodia policial por llevar un velo mal ajustado, cuatro días antes. Su familia encontró el cuerpo sin vida de Nika nueve días después en una morgue, con el rostro y la cabeza deformes. Las autoridades iraníes, desde el primer día, siguieron hablando del suicidio como causa de su muerte. Lo que los cercanos a Nika Shakarami siempre han cuestionado.
Ahora, un escalofriante documental, transmitido el 30 de abril por el Servicio Mundial de la BBC, titulado El último aliento de Nikademuestra, con pruebas que lo respaldan, que la adolescente fue agredida sexualmente y golpeada durante su arresto, antes de ser asesinada por tres agentes pertenecientes a la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico del país.
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Nunca antes se habían revelado tales detalles sobre el trato infligido por el aparato de seguridad de la República Islámica a una persona arrestada. La emisión de este documental provocó indignación en el régimen, que intentó, a través de la voz de algunos de sus responsables, desacreditarlo, publicando otros documentos que supuestamente apoyaban la tesis del suicidio de la joven.
Los documentos obtenidos por la BBC, marcados “altamente confidencial”incluyen registros de las entrevistas de todos los agentes presuntamente involucrados en la muerte de Nika Shakarami y los altos directivos que supuestamente intentaron encubrir el incidente, así como sus nombres.
Porras y Tasers
Según documentos obtenidos por la BBC, Nika Shakarami fue identificada durante una manifestación como una potencial “líder” y por tanto seguido por agentes del servicio secreto, infiltrados entre los manifestantes. Detenida, la joven fue colocada en la parte trasera de una furgoneta refrigerada. Aunque esposada, siguió defendiéndose pateando e insultando a los tres agentes que la acompañaban en el vehículo. El jefe de la unidad está al frente, con el conductor. El equipo intenta encontrar un centro de detención donde colocar al adolescente.
Los tres agentes la hacen tumbarse en el suelo de la furgoneta. Uno de ellos se sienta sobre ella, supuestamente para impedir que se mueva. El mismo hombre, según uno de sus compañeros, metió la mano en los pantalones de la joven, que luchaba. Después, “El control de la situación se nos ha escapado de las manos”, declaró, durante su audiencia ante los Guardias Revolucionarios, otro de los tres agentes, según documentos obtenidos por la BBC. Todos empiezan a golpear a la joven con porras y puñetazos. El informe afirma: “Se utilizaron tres porras y tres pistolas Taser. No está claro qué golpe provocó la muerte. »
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