España: por qué el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, finalmente no dimitirá

España: por qué el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, finalmente no dimitirá
España: por qué el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, finalmente no dimitirá
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lo esencial
Esto es un alivio para los socialistas españoles. Tras amenazar con dimitir, Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, acabó ayer finalmente con el suspense que impera desde hace cinco días.

“Decidí seguir, con aún más fuerzas”, dijo, visiblemente decidido, desde las escaleras de Moncloa.
En un discurso de ocho minutos, el líder socialista en el poder desde 2018 volvió a los ataques “calumniosos” de los que es víctima desde hace diez años. Último episodio: la acusación de su esposa en un caso de supuesto “tráfico de influencias”. Un juez de Madrid abrió una investigación a petición de Manos Limpias, un sindicato de extrema derecha. Desde entonces, la fiscalía española ha pedido el cierre del caso, que en última instancia podría desinflarse rápidamente debido a la falta de pruebas. Pero para Sánchez se ha cruzado una línea. El que “obliga a las víctimas a demostrar su inocencia”, el de los “ataques personales y familiares injustificados”.

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Hay que decir que desde hace varios meses y en particular la amnistía concedida a los líderes independentistas catalanes, Sánchez ha sido blanco de todas las críticas de la derecha y la extrema derecha. Al pacificar Cataluña, Sánchez prendió fuego al resto del país. Además, cuando no es un muñeco con su imagen el que es golpeado ante los aplausos de la multitud –como ocurrió frente a la sede del PSOE en Madrid en enero–, son los rumores más sórdidos los que se difunden en las redes sociales. redes. A veces son retomadas por políticos de derechas y de extrema derecha: su esposa es transexual, su padre encabeza una red de prostitución… España no escapa a la ola de polarización política. o incluso la trumpización, que atraviesa Europa, con su cuota de denigración y desinformación.

El líder socialista, de 52 años, aprovechó su discurso para invitar a todo el país a reflexionar sobre los excesos de la política actual. “Nuestro país necesita reflexionar. Hemos permitido que el barro contamine nuestra vida pública durante demasiado tiempo. […]. Los males que nos afligen son parte de un movimiento global”.

¿Movimiento ganador del póquer?

Una vez más, ante la adversidad, Sánchez demuestra ser experto en convertir un aparente revés en una ventaja. Es costumbre hacerlo. Al borde del abismo el miércoles pasado, salió fortalecido de esta crisis. Su partido está más unido que nunca detrás de él. Recibió este fin de semana el apoyo de miles de manifestantes así como el del mundo de la cultura y de los principales sindicatos. Para muchos españoles, Sánchez es visto como una víctima. Una encuesta del CIS publicada ayer confirma esta secuencia positiva: Sánchez pasa del 32,5% al ​​38,6% de intención de voto tras esta crisis. Supera incluso a su rival de derecha, Alberto Feijóo, al que se atribuye un 29,2%. Este último se mostró muy crítico con el “teatro” de Sánchez que con “este chantaje de dimisión […] Tomó por idiotas a 48 millones de españoles.

Esta apuesta acertada no estará de más ante los dos plazos electorales decisivos que se avecinan: los previstos autonómicos en Cataluña (12 de mayo) y los europeos (9 de junio). Sánchez ha estado, desde el año pasado, al frente de una coalición de gobierno muy frágil formada por seis partidos, en la que los separatistas catalanes y vascos pagan un precio muy alto por su apoyo. Su posición sigue siendo frágil a pesar de los buenos resultados económicos registrados por España (previsión de crecimiento del 1,7% en 2024, frente al 0,9% de Francia, fuente: Comisión Europea).

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