lo esencial
Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, dice que está “considerando” su dimisión tras la apertura de una investigación por corrupción contra su esposa, Begoña Gómez.
¡Drama en España! Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, tomó a todos por sorpresa al anunciar que “se plantea” dimitir ante la apertura de una investigación contra su esposa, Begoña Gómez. En una carta, acusa a la derecha y a la extrema derecha de estar en el origen de una campaña de acoso y denuncia calumniosa. En un clima político extremadamente tenso, Sánchez dice que está agotado por una “serie de ataques sin precedentes” y se da cinco días de reflexión para determinar qué hacer a continuación. Hasta el lunes el país está paralizado. Este anuncio, sin precedentes en la historia de la democracia española, plantea varias preguntas.
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¿Qué hay en el caso Begoña Gómez?
Begoña Gómez es esposa de Sánchez desde 2006. Esta experta en marketing continuó su actividad profesional tras la llegada de su marido al poder en 2018. El juez de la Audiencia de Madrid abrió una investigación previa contra ella centrada en “presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción”. La investigación se centra en los vínculos establecidos por Begoña Gómez con empresas privadas que recibieron ayudas estatales. ¿Intervino ella personalmente en las negociaciones? La acusación la hace Manos Limpias, un sindicato cercano a la extrema derecha.
Para muchos observadores, como el periodista José Manuel Romero del diario El País (centro izquierda), el caso es ligero y “sin pruebas”. Queda por ver por qué el juez inició una investigación. ¿Tiene otros elementos? ¿O es una venganza política orquestada por la derecha, sumida también en varios casos de corrupción?
¿Cómo reaccionó Pedro Sánchez?
En su carta de cuatro páginas, publicada en la red social X, Sánchez denuncia conspiración. “Están poniendo denuncia contra Begoña no porque haya hecho algo ilegal, sino porque es mi mujer […]. La derecha y la extrema derecha han superado los límites del respeto a la vida familiar de un presidente” al intentar “deslegitimar al adversario político mediante denuncias tan escandalosas como falsas”.
¿Estrategia política o expresión sincera de un hombre herido por incesantes golpes bajos?
Difícil de saber. El tono de la carta y el hecho de que haya sido escrita por el propio Sánchez, sin avisar a sus familiares ni a sus ministros, sugiere que está realmente afectado por este ataque a su socio. Puede renunciar para proteger a su familia.
Pero, siendo Sánchez el rey del póquer político, también podría ser un cálculo encaminado a cerrar filas a su alrededor, ganarse el apoyo español presentándose como víctima y desacreditar a sus oponentes.
¿Qué dicen los medios españoles?
Todos quedaron sorprendidos. El diario “El Mundo” de derecha es muy crítico: “Sánchez bloquea el país hasta el lunes para victimizarse”. Para ABC, “Sánchez es un presidente débil que desprecia a su país”. Desde la izquierda, infolibre.es cree que “Sánchez abre un debate sobre el acoso político, jurídico y mediático”. “El País” espera que este episodio inédito permita “una regeneración ética del discurso público en España”.
¿Qué pasará el lunes?
Todo es posible. Sánchez puede decidir tras este parón seguir al frente del ejecutivo. O puede buscar un voto de confianza en el Congreso de los Diputados. Esta sería una forma de establecer su autoridad en caso de votación favorable. Pero la posibilidad de dimisión es creíble. Este sería entonces un territorio inexplorado para la democracia española. En su lugar podría surgir un nuevo candidato socialista para gobernar el país (un escenario complejo que requeriría nuevas negociaciones) o Sánchez podría convocar nuevas elecciones.
