La filial inmobiliaria de la compañía francesa ha vendido varios centros comerciales por importe desconocido. El comprador es una misteriosa empresa rusa creada hace unos meses.
Publicado el 18/04/2024 08:40
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Auchan, Leroy Merlin… Estas marcas francesas decidieron quedarse en Rusia cuando la mayoría de las grandes empresas occidentales decidieron abandonar el país, tras la invasión de Ucrania. Las dos empresas de la galaxia Mulliez siguen estando bien establecidas en Rusia. Auchan fue ampliamente criticado por esta elección, en particular por parte del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Pero recientemente supimos que Nhood, la filial inmobiliaria de Auchan, vendió los centros comerciales que operaba en el país. Esta venta sorpresa quizás anuncia un deseo de desconectarse o, en todo caso, de limitar los daños en un mercado que se ha vuelto muy riesgoso.
Este asunto es casi increíblemente opaco. La parte francesa y la parte rusa compiten a ver quién dice menos. La prensa rusa afirma que la filial inmobiliaria de Auchan ha vendido 40 centros comerciales, pero la sede de Nhood en Francia habla sólo de 19.
El comprador es una misteriosa empresa rusa, creada hace unos meses y dirigida por un joven abogado de 23 años al que nadie conoce y que tiene todo el aspecto de un nominado. Esta empresa parece tener mucho dinero ya que se ha posicionado para la adquisición de otros centros comerciales en Rusia. Se desconoce el importe de la transacción, pero ciertamente no es un buen negocio para el grupo francés. El gobierno ruso impone un descuento de al menos el 50% a las empresas occidentales que quieran abandonar el país. Es una especie de impuesto de salida.
Y la negociación se lleva a cabo bajo la amenaza de una confiscación total de bienes por parte del Estado. Es lo que le ocurrió a Danone, que vio sus fábricas bajo gestión temporal, antes de poder llegar a un acuerdo con un comprador por un importe también desconocido.
Esto no significa, sin embargo, que Auchan vaya a cerrar sus tiendas en Rusia, aclaró inmediatamente la empresa, que está especialmente vigilada por las autoridades rusas. Porque hay una cuestión social: la marca emplea a 30.000 empleados. La marca ha declarado que no tiene intención de cerrar sus 230 tiendas rusas, aunque su negocio es mucho menos floreciente: el volumen de ventas caerá un 5% en 2023 y el beneficio se dividirá por diez. De ahí quizás este deseo de ceder lo que aún puede ser, los muros, aunque sea a precio de ganga.
