El exjefe de la diplomacia española, Josep Borrell, es desde 2019 el alto representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE). Tras el ataque de Irán a Israel, instó a Teherán a no involucrarse en “nueva escalada” y convocó, el martes 16 de abril, una videoconferencia de emergencia de los jefes de diplomacia de los Veintisiete. Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás palestino, el líder europeo ha pedido reiteradamente la aplicación de un alto el fuego en la Franja de Gaza, al considerar que el enclave se había convertido en un “cementerio al aire libre”.
¿Qué papel puede desempeñar la UE a la hora de contribuir al apaciguamiento en Oriente Medio, tras los ataques sin precedentes llevados a cabo por Irán contra Israel la noche del 13 y 14 de abril?
La UE sólo tiene fuerza diplomática, su fuerza de convicción. Es obvio que algunos países miembros tienen más influencia sobre Israel que otros, en particular Alemania, que tiene excelentes relaciones con los israelíes. Los estadounidenses podrían hacerlo si quisieran utilizar otros recursos, en particular a través de sus entregas de armas a Israel. En el pasado ya tomaron decisiones vinculantes. Pero hoy no creo que quieran utilizar las palancas que tienen.
El objetivo político de la UE es evitar la escalada. Es como una partida de ajedrez donde cada uno avanza sus peones. Israel atacó una representación diplomática iraní en Siria; Irán tomó represalias. Es el turno de Israel de reaccionar. Hay que tener en cuenta la conmoción provocada por los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 y los fallos de seguridad en la opinión pública israelí. Pero advertimos a Israel que redunda en beneficio de todos que no haya una confrontación regional. Esto es también lo que dijimos a los iraníes el día después del ataque al consulado en Damasco: a nadie, y especialmente a los habitantes de Gaza, no le interesa que haya un conflicto regional, porque eso significaría que la guerra no terminará.
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El ataque de Hamás no tuvo precedentes y también lo fue la respuesta israelí. Estamos sembrando las semillas del odio desde hace tres generaciones. Más que nunca, la única solución posible es la separación [entre les deux peuples].
En este contexto, ¿le sorprendió la respuesta iraní?
Nos avisaron con varios días de antelación. Después del ataque, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán me señaló que sólo habían atacado instalaciones militares, dejando claro que se trataba de una respuesta controlada. Cuando quieres hacer daño no envías drones que tardan seis horas en llegar [sur leur cible]. Esto de ninguna manera exonera ni diluye este ataque, que es el primero en territorio israelí. Pero el hecho mismo de que los misiles y los drones pudieran ser derribados era parte de la estrategia.
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