Es difícil apretar el tornillo de la salud. Si bien el Gobierno ya prevé un déficit de 16.000 millones de euros para la Seguridad Social en 2025, las malas noticias se acumulan y se espera que 2024 acabe con pérdidas superiores a los 18.000 millones de euros previstos. Los gastos relacionados con los medicamentos han aumentado especialmente este año, según el ejecutivo, superando en 1.200 millones de euros el objetivo previsto en el presupuesto de la Seguridad Social para 2024.
En cuestión, según la senadora UDI de Mayenne Élisabeth Doineau, relatora general del presupuesto de la Seguridad Social: “error de valoración” sobre la dinámica del gasto en medicamentos, vinculado en particular al envejecimiento de la población y al consumo de medicamentos innovadores, los más caros.
Como los medicamentos son reembolsados en gran medida por la Seguridad Social, su precio es objeto de una compleja ingeniería destinada a contener los costos del seguro médico. Los laboratorios y el Estado negocian así el precio de cada molécula, teniendo en cuenta su eficacia, su carácter innovador y sus costos de producción. También se negocian descuentos con la industria farmacéutica y se aplican reducciones a los medicamentos más antiguos.
Laboratorios bajo presión
Al mismo tiempo, el Parlamento fija cada año en el presupuesto de la Seguridad Social un importe máximo de gasto relacionado con los medicamentos. En caso de exceso, una “cláusula de salvaguardia” permite al Estado reclamar, para el seguro médico, un descuento del 70% a los laboratorios.
Pero este mecanismo excepcional se aplica sistemáticamente desde hace varios años, con cantidades que se han disparado desde la crisis del Covid: 671 millones en 2021, 1,2 mil millones en 2022, 1,6 en 2023. Para 2024, donde se mantuvo en 1,6 mil millones, el gobierno Me gustaría revisarlo a 2 mil millones.
El lunes por la noche, ante el Senado, la ministra de Sanidad, Geneviève Darrieussecq, aseguró que quería “continuar el diálogo” con industriales “con el fin de encontrar mecanismos contractuales para moderar gastos”, asegurando que no quiere activar la cláusula de salvaguardia “sólo en caso de avería”.
“Este nuevo golpe pone muy seriamente en duda la confianza que se puede depositar en el discurso público”. lamenta Thierry Hulot, presidente de las Sociedades Farmacéuticas (Leem), que agrupa a los laboratorios. “Las empresas farmacéuticas, que ya se enfrentan a una fiscalidad desproporcionada en Francia, se encuentran en una situación insostenible. »
“Hacer frente a la prescripción excesiva”
El presupuesto de la Seguridad Social para 2025 prevé otras medidas para reducir el gasto en medicamentos. Geneviève Darrieussecq anunció así un aumento de cinco puntos en el copago de los medicamentos, lo que permitirá un ahorro de 900 millones de euros.
Los tipos de reembolso del 65%, 30% y 15% aumentarán al 60%, 25% y 10%, lo que significa que una caja de 10€ a la que antes la Seguridad Social le reembolsaba 5,50€ sólo se le reembolsarán 5€, aumentando la cuota mutua de De 3,50 € a 4 € (la franquicia a cargo del asegurado queda en 1 €). A cambio, el aumento previsto de la tarifa de usuario por consultas se limitará a 5 puntos (y ya no a 10).
“Son las personas mayores, que consumen más medicamentos y para quienes financiar el seguro médico complementario ya es un problema, las que se verán más afectadas”, Preocupa al presidente de la Mutualité francesa, Éric Chenut, que denuncia que esta transferencia del coste de los medicamentos a las mutuas es un enfoque demasiado simplista. “El presupuesto anual nos impide mirar la sostenibilidad del sistema a largo plazo: el año que viene tendremos el mismo problema, advierte. Deberíamos llevar el problema en otra dirección, abordando el tema de la sobreprescripción o de la doble prescripción, sobre el que, no obstante, la Alta Autoridad Sanitaria ha hecho recomendaciones muy interesantes. »
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