Sin sorpresas, con un tempranero gol de Griezmann, el Atlético se deshizo del Marbella, que se convirtió en club madre en la época de Jesús Gil. Sólo la falta de habilidad para lograr un montón de ocasiones claras mantuvo la eliminatoria incierta. La victoria de los rojiblancos, además de clasificarse para los octavos de final de Copa, fue la decimotercera consecutiva e igualó la mejor marca de su historia, conseguida también en los albores de la era Simeone en la 12- 13 campaña. El duelo se disputó en La Rosaleda de Málaga, con un aforo completo de 30.000 espectadores. En las horas previas al duelo, los ultras del Frente Atlético se enfrentaron al Frente Boquerón del Málaga para alterar el ambiente copero que se respiraba en el aire.
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Daniel Martín, Yacouba Diori (Du Yuezheng, 83 min), Marcos Olguin, Genar Fornes (Jorge Alvarez, 82 min), Aitor Daga, Alberto Soto (Marcos Peña, 70 min), Luis Acosta (Bernardo Espinosa, min). 90), Javi Duarte (Ryan Edwards, 70 min), Ernest Ohemeng, Dorian Junior y Joseph Alley
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Juan Musso, Clément Lenglet, Javi Galán, Nahuel Molina, Robin Le Normand, Conor Gallagher (Marcos Llorente, min. 74), Giuliano Simeone, Rodrigo De Paul (Ángel Correa, min. 74), Pablo Barrios (Koke, min. 45 ), Julián Álvarez (Alexander Sørloth, min. 59) y Antoine Griezmann
Objetivos
0-1 min. 15: Griezmann
Árbitro Alejandro Muñiz Ruiz
tarjetas amarillas
Clement Lenglet (min. 61), Javi Galán (min. 72), Marcos Olguín (min. 84), Koke (min. 89)
Fue en La Rosaleda donde Simeone debutó en el banquillo hace 13 años. La taquilla fue bien para el Marbella, que ofreció dignidad competitiva, orden, la velocidad del zurdo Ohemeng y algunos detalles de un veterano aguerrido del Callejón. Poco preocupa a este Atlético enérgico en el que Griezmann lució el brazalete de capitán ante las ausencias de Oblak y Giménez y la suplencia de Koke.
El francés lideró un equipo repleto de titulares. Musso por el portero esloveno, Le Normand por el central uruguayo. El central hispanofrancés jugó por primera vez sin el casco que le protegió de la fractura cerebral que sufrió en el derbi madrileño. Molina, por Marcos Llorente, completó un once inicial con el que Simeone anunció que no quería sorpresas. El Cholo tiene predilección por la Copa y después de algunas hazañas sonadas como las de Cornellà o la Cultural Leonesa no hace concesiones.
El Cholo, expulsado ante el cacereño, observó el duelo desde un palco. Desde allí comprobó que en los primeros minutos sus jugadores ejecutaron el plan previsto para romper la avanzada defensa del Marbella. La idea era aprovechar la velocidad de Giuliano y Javi Galán con pases cruzados en largo. El primero se mostró muy activo durante toda la noche, aunque faltó delicadeza en algunas acciones en las que impuso su velocidad. De su lado, el Atlético rompió la defensa del Marbella al cuarto de hora. Uno de esos balones en diagonal se convirtió primero en un cabezazo que Griezmann le lanzó una pared. La devolución la transformó Giuliano en un centro de derecha que fue repelido por Dani Martín. Griezmann cortó el rebote con una velocidad asombrosa que le permitió atraparlo sobre la marcha.
El gol anuló las dificultades vividas en Vic y Cáceres. La ausencia de césped artificial también jugó a favor del Atlético. La Rosaleda fue una alfombra sobre la que los rojiblancos pudieron imponer su superioridad técnica para gobernar el partido. Lo hicieron en casi todo el campo. Les faltó precisión en los últimos metros para arrollar a su rival. El Marbella sólo se quedó atrás en el inicio del segundo acto y en el tramo final. Buscó el gol con centros laterales y alguna que otra jugada a balón parado. En cualquier caso, Musso no tuvo que protagonizar ninguna intervención de mérito. Sí lo hizo Dani Martín, sobre todo en una volea de De Paul que agarró tras un ágil vuelo. Poco antes, el centrocampista argentino había logrado batirle, pero el árbitro anuló el gol por una mano previa.
Gallagher rompió uno de sus hilos favoritos en el palo de la media luna y Correa se mostró demasiado feliz en un mano a mano que le concedió Sorloth. El noruego también desperdició otra oportunidad. Esa falta de criterio mantuvo vivo al Marbella hasta el final, aunque sin amenazar realmente a este Atlético de récords.