Casi tres años después del inicio del ataque ruso, ¿se decidirá el destino de Ucrania en Bratislava? Eslovaquia ha confirmado que está dispuesta a albergar conversaciones de paz; el presidente ruso, Vladimir Putin, ya había considerado “aceptable” que el país se convierta en una “plataforma” para el diálogo.
LEA TAMBIÉN: Gas ruso: “El fin del contrato de transporte a través de Ucrania nos sume en la incertidumbre”
“Ofrecemos suelo eslovaco para este tipo de negociaciones”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Juraj Blanar, en Facebook la noche del jueves al viernes 27 de diciembre. Según él, deben celebrarse “con la participación de todas las partes y, por tanto, también de Rusia”, a diferencia de la cumbre de junio en Suiza.
“Una señal positiva para poner fin a la guerra”
El jueves 26 de diciembre, el presidente ruso afirmó que Eslovaquia, cuya “posición neutral” había elogiado, se había ofrecido como una especie de “plataforma” para posibles negociaciones. “Consideramos la declaración del presidente ruso como una señal positiva para poner fin a esta guerra, derramamiento de sangre y destrucción lo más rápido posible”, escribió Juraj Blanar.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, uno de los pocos líderes europeos que permanecen cercanos al Kremlin, se reunió con Vladimir Putin en Moscú el 22 de diciembre, provocando la ira de Kiev. Según el Ministro de Asuntos Exteriores eslovaco, Bratislava informó en octubre a sus “socios ucranianos” de su disponibilidad para las negociaciones de paz.
Reconciliación con Moscú
Aunque Eslovaquia es miembro de la Unión Europea y de la OTAN, se ha acercado a Rusia, abrazando la posición húngara, desde el regreso al poder del nacionalista Robert Fico en el otoño de 2023. El presidente ha detenido efectivamente toda la ayuda militar a Ucrania. y acusa a Kiev de poner en peligro el suministro de gas ruso de su país, que desea seguir comprando.
LEA TAMBIÉN: Para Vladimir Putin, el fin de la guerra será el comienzo de los problemas: las predicciones de un ex oficial de la CIA
Ucrania anunció el verano pasado que no renovaría hasta finales de año su contrato con Rusia para transportar gas ruso a Europa a través de su extensa red de gasoductos. Aún no se ha encontrado ninguna solución.