NARRATIVO – Desde hace casi una década en la escena política, el presidente reelegido se ha hecho conocido sobre todo por su estilo desinhibido y sus frases impactantes. Pero detrás de cada réplica mordaz y vulgar se revela un método formidablemente eficaz.
Este artículo proviene de “Revista Figaro”
Este domingo 9 de octubre de 2016, el sol ya se ha puesto en Saint-Louis. Pero en esta ciudad a caballo entre los estados de Missouri e Illinois, la tensión está en su cenit. Donald Trump y Hillary Clinton hacen su entrada ante los periodistas y el público reunido en el anfiteatro de la Universidad de Washington. El duelo puede comenzar. Todos vienen a asistir al segundo debate de las elecciones presidenciales. Dos semanas antes había tenido lugar la primera. Sobre el papel, Clinton ganó. Vestido todo de rojo, el exsecretario de Estado y senador logró poner a la defensiva a un Trump neófito.
Así, para esta segunda vuelta, en un escenario donde todos lo consideran un perdedor y donde todavía muy pocos lo toman en serio, el futuro presidente de Estados Unidos decide abrazar su verdadera naturaleza. La de un hombre sin filtro, que camina por instinto. De un pistolero solitario, impredecible, tempestuoso. De…
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