La obra en cuestión está situada en Camaçari, en el estado nororiental de Bahía, donde actualmente se construye la mayor fábrica de coches eléctricos de BYD fuera de Asia, con el objetivo de tener una capacidad de producción de 150.000 vehículos al año. Las actividades fueron suspendidas en parte de la obra, por orden del Ministerio Público del Trabajo (MPT) de Bahía.
Desde noviembre, este organismo ha llevado a cabo una serie de controles con otros organismos públicos que permitieron identificar a “163 trabajadores que se encontraban en condiciones similares a la esclavitud en la empresa Jinjiang, proveedora de servicios de BYD”. Un portavoz del MPT aclaró el martes que todos estos trabajadores eran de nacionalidad china. El MPT denunció en un comunicado de prensa “una alarmante situación de precariedad”, citando “condiciones de trabajo degradantes” de los trabajadores alojados en el lugar.
Pasaportes confiscados
“En uno de los alojamientos, los trabajadores dormían en camas sin colchones y no tenían armarios para guardar sus efectos personales, que estaban mezclados con la comida”, detalla el comunicado de prensa. El MPT también denuncia “una situación sanitaria particularmente crítica, con un solo baño para 31 trabajadores, que los obligaba a levantarse a las 4 de la mañana para hacer cola para prepararse antes de ir a trabajar a las 5.30 horas.
Una vez en el lugar “los trabajadores quedaron expuestos a una intensa radiación solar, mostrando claros signos de problemas en la piel”. El MPT también informó sobre sospechas de “trabajos forzosos”, ya que a los trabajadores chinos se les “confiscaron” sus pasaportes y su empleador “retuvo el 60% de su salario, del cual recibían el otro 40% en moneda china”.
France