Llama la atención que el tribunal determine que no existe “ninguna certeza absoluta” de que Julie seguiría viva si el expediente de Bakelmans se hubiera manejado correctamente y si lo hubieran encerrado. “Nadie puede predecir el futuro ni ver el interior de la cabeza de otra persona”, se lee en el veredicto.
En otras palabras: incluso si el caso de Bakelmans se hubiera tratado más rápidamente y también hubiera sido condenado en apelación, no hay certeza de que el tribunal hubiera ordenado su arresto inmediato. Al fin y al cabo, el criterio “riesgo de reincidencia” todavía no era un criterio legal para detener inmediatamente a alguien.
Sin embargo, dice el tribunal, es seguro que los errores del Estado “definitivamente privaron a la familia Van Espen de la oportunidad de evitar la pérdida de su hija/hermana”. Los errores del poder judicial y del ejecutivo fueron una “condición necesaria” para ello.
“La probabilidad de evitar los hechos del 4 de mayo de 2019 es del 50%”, afirmó. “Por tanto, el Estado belga es responsable”.
La familia ya recibirá una indemnización provisional de 1 euro y ya podrá iniciar un nuevo proceso para estimar definitivamente los daños que han sufrido.
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