El Villarreal hace un encomiable esfuerzo para firmar tablas en inferioridad numérica ante el Rayo Vallecano
El Villarreal firmó un meritorio punto ante el Rayo Vallecano (1-1) en el último encuentro del año 2024 en el Estadio de la Cerámica. Los groguets, a los que la suerte les sigue sin sonreír, encajaron pronto el 0-1 y poco después se quedaron en inferioridad numérica por la expulsión de Willy Kambwala. Pese a todos los condicionantes, el Submarino no bajó los brazos e incluso, en algunas fases, dominó un encuentro que empataría por mediación de Ayoze Pérez en el tiempo añadido de la primera mitad.
El Submarino recibía al Rayo Vallecano para disputar el partido aplazado por la DANA, correspondiente a la jornada 12 de LALIGA EA Sports. Los groguets llegaban al encuentro en un momento de necesidad, después de acumular tres derrotas consecutivas entre LALIGA y Copa del Rey. Un pequeño bache tras un fabuloso inicio de temporada a las órdenes de Marcelino García Toral.
Con todo ello, el Submarino tenía más ganas de nunca de resarcirse y brindarle a la afición el último triunfo del año en el Estadio de la Cerámica. Entró bien al encuentro y dispuso de un par de ocasiones en los primeros compases del partido. La mejor la tuvo Yeremy con un disparo raso que detuvo Batalla con una gran estirada. Un robo de Santi Comesaña en la salida de balón visitante propició la prometedora acción.
La suerte, que tanto había esquivado al Villarreal en los últimos encuentros, siguió dándole la espalda al cuadro de Marcelino. En el minuto 20, concedió el 0-1 en la primera jugada de peligro del conjunto madrileño. Álvaro García aprovechó su velocidad para ganar un balón al espacio y batir a Luiz Júnior con un disparo raso.
El gol rayista suponía un jarro de agua fría para los groguets, que poco después se iban a quedar en inferioridad numérica por la expulsión de Willy Kambwala. El defensa congoleño vio la cartulina roja por una dura entrada sobre Óscar Valentín en una disputa.
Aun con diez jugadores, el Villarreal no le perdió la cara al partido y tuvo el 1-1 en un par de ocasiones. Ambas de Ayoze. Una con un disparo de primeras a un balón largo de Cardona y, más tarde, con un cabezazo a centro de Barry. El premio a la insistencia llegó en el 45’ cuando el propio Ayoze Pérez reventó la escuadra del arco defendido por Batalla con un derechazo sublime. Denis Suárez repartió la asistencia.
En la segunda parte, el Submarino confirmó que, pese a las circunstancias, no se conformaba con el empate. Marcelino mantuvo la defensa de tres y planteó el encuentro de poder a poder aun estando con un futbolista menos sobre el terreno de juego.
Durante los primeros minutos del segundo tiempo, el Villarreal le mantuvo el pulso por el balón al Rayo. Aunque a medida que avanzaba el cronómetro, los jugadores groguets fueron perdiendo fuelle. Los de Iñigo Pérez, más frescos, se hicieron con el balón y empezaron a apretar en campo contrario.
En el último tramo de la segunda mitad, Marcelino revolucionó el banquillo, dando entrada a Gerard, Pau Cabanes y a Juan Foyth, que volvía tras varios meses alejados de los terrenos de juego. Piernas frescas para afrontar los últimos compases.
En el 81’, Jorge de Frutos malogró una gran oportunidad para decantar el partido a favor de los visitantes, pero aún no estaba todo dicho en La Cerámica. El Submarino buscó balones largos y acciones a balón parado. Solo un disparo de Bernat, que paró Batalla, podría haber evitado el definitivo empate en La Cerámica. Con este reparto de puntos, se despide de su afición hasta el 2025.