Nueva York
cnn
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El presidente electo Donald Trump está intensificando su campaña legal contra los medios de comunicación al demandar a la reconocida encuestadora J. Ann Selzer, su firma encuestadora, el periódico The Des Moines Register y su empresa matriz Gannett.
A diferencia de muchas de las acciones legales de Trump contra la prensa, que a menudo alegan difamación, este caso alega violaciones de la Ley de Fraude al Consumidor de Iowa, que prohíbe el engaño al hacer publicidad o vender mercancías.
Si bien es poco probable que los reclamos no tradicionales tengan éxito en los tribunales, Trump está utilizando la demanda para lanzar una andanada contra lo que él percibe como medios de comunicación de izquierda, la cobertura de las elecciones por parte de los principales medios de comunicación y el papel de los encuestadores durante las campañas. Aunque ganó las elecciones de 2024, Trump alega que la cobertura noticiosa de la encuesta de Selzer, publicada días antes de las elecciones que muestra a la vicepresidenta Kamala Harris con una ventaja sorprendente en Iowa que no se materializó en la votación, tenía como objetivo ayudar artificialmente a los demócratas durante la campaña. .
Los expertos en medios advirtieron que la demanda podría tener un efecto paralizador adicional no sólo en las noticias, sino también en las encuestas políticas. Selzer no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de CNN.
El Des Moines Register dijo en un comunicado que el periódico y Selzer habían “reconocido” que la “encuesta preelectoral no reflejaba el margen final” de victoria y habían publicado los datos y detalles completos de la encuesta, así como “una explicación técnica”. ” de Selzer.
“Mantenemos nuestra información sobre el asunto y creemos que esta demanda no tiene fundamento”, dijo Lark-Marie Anton, portavoz de la empresa matriz del periódico, Gannett.
El caso se produce inmediatamente después de que Trump ganara un pago de 16 millones de dólares de ABC News en un caso de difamación que él y la organización de noticias resolvieron este fin de semana. Trump y sus aliados también continúan criticando a los medios de comunicación, amenazándolos y entablando otros casos judiciales contra grandes medios y una editorial de libros.
El caso refleja la ira de Trump por la encuesta final de Des Moines Register/Mediacom Iowa de la temporada electoral de 2024. Fue realizado a finales de octubre por la firma de Selzer, Selzer & Co., basándose en entrevistas telefónicas con 808 probables votantes de Iowa. La encuesta encontró que Harris contaba con un 47% de apoyo y Trump con un 44%, un resultado sorprendente ya que se esperaba universalmente que Trump ganara el estado.
Y, de hecho, lo hizo –por un margen de 13 puntos–, lo cual es clave para el argumento de Trump de que Selzer cometió “interferencia electoral”.
“Los acusados y sus cohortes en el Partido Demócrata esperaban que la encuesta Harris creara una narrativa falsa de inevitabilidad para Harris en la última semana de las elecciones presidenciales de 2024. En cambio, las elecciones del 5 de noviembre fueron una victoria monumental para el presidente Trump tanto en el Colegio Electoral como en el Voto Popular, un mandato abrumador para sus principios de Estados Unidos Primero y el envío de la agenda socialista radical al basurero de la historia”, escribieron los abogados de Trump. .
Sin embargo, lo que le falta a la demanda es evidencia de que Selzer hizo algo indebido al informar los resultados de su encuesta.
“Esta demanda absurda es un ataque directo a la Primera Enmienda”, dijo Robert Corn-Revere, abogado principal de la Fundación para los Derechos y la Expresión Individuales. “Los periódicos y las empresas encuestadoras no se involucran en ‘prácticas engañosas’ sólo porque publican historias y resultados de encuestas que no le gustan al presidente electo Donald Trump. Equivocarse en una encuesta no es interferencia electoral ni fraude”.
Otros expertos jurídicos tampoco quedaron impresionados por la demanda. Rick Hasen, profesor de la Facultad de Derecho de UCLA, escribió al enterarse del caso el lunes por la noche: “No espero que esta demanda llegue a ninguna parte”.
Pero incluso si el caso es desestimado por un juez o Trump pierde, la acción legal exige tiempo y valiosos recursos financieros de los medios de comunicación para luchar, incluidos honorarios de abogados, tiempo para preparar las respuestas, audiencias judiciales y posiblemente incluso declaraciones y pruebas de descubrimiento.
Los expertos han dicho que Trump está tomando una página de un manual autoritario utilizado por hombres fuertes de todo el mundo que han perseguido a los medios de comunicación por una variedad de supuestos delitos que a menudo no están relacionados con el periodismo.
Joel Simon, director de la Iniciativa de Protección al Periodismo de CUNY, dijo a CNN que “no habría imaginado… que algunas de estas mismas tácticas se desplegarían en Estados Unidos”.
“También me preocuparía la naturaleza arbitraria, mezquina y vengativa de estas acciones legales que está llevando a cabo el presidente electo Trump”, añadió Simon. “La posibilidad de una victoria legal es escasa porque, según el estándar de ‘malicia real’, los informes realizados de buena fe están protegidos en Estados Unidos. Pero para una organización de noticias más pequeña o con menos recursos, montar una defensa legal puede ser un desafío serio”.
