Tras dos 3-0 consecutivos en los últimos dos partidos, el balón no quiso entrar en esta ocasión. La Real Sociedad tuvo ocasiones claras pero los realistas tuvieron la pólvora mojada ante Las Palmas. Fue la tercera vez en los últimos 18 partidos en la que la Real se quedó sin marcar, tras las derrotas ante Athletic y Osasuna.
Un poste en la primera parte
En los diez disparos que realizaron, los donostiarras tiraron entre los tres palos en cuatro ocasiones. El punta titular Mikel Oyarzabalque venía de ser protagonista en las dos goleadas, no estuvo acertado y se encontró con el palo en la primera parte. El eibartarra recibió un balón tras un mal despeje en un centro de Sergio Gómez e incomprensiblemente mandó el balón a la madera, cuando Cillessen estaba completamente vencido. Más tarde se quedó a centímetros de llegar a un balón tenso de Sergio Gómez y no llegó a pesar de estirar la pierna. El guipuzcoano estuvo muy encimado por herzog y mckenna y el escocés evitó otra gran oportunidad del eibartarra en otro pase tenso de Sergio Gómez, que remató mal.
Barrenco, incisivo
Imanol dio entrada a Barrenetxea y el donostiarra revolucionó el ataque, pero sin premio. En la primera intervención que tuvo se asoció con Olasagasti y golpeó con el interior el cuero, pero Cillessen estuvo seguro. Sergio Gómez, el más incisivo por la banda izquierda, tuvo una doble ocasión. Vida abrió para el catalán y este disparó a puerta pero se topó con el meta neerlandés y posteriormente volvió a tirar en semifallo, sin éxito. Antes, Aramburu puso un balón para Oyarzabalque el eibartarra no pudo cazar en el área. Barrene volvió a tener otra ocasión con la zurda, de volea, pero se le seguía resistiendo el gol. Sucic probó suerte desde la larga distancia con un zurdazo pero se volvió a topar con el muro amarillo.
Ni con Óskarsson
En el minuto 85, Imanol metió a Óskarsson y el islandés tuvo una última ocasión. El espigado delantero cazó un pase de Zubimendi y disparó a puerta desde una posición muy escorada, con la zurda. Un zaguero rozó el esférico y lo mandó a córner. Cillessen se salió con la suya. El partido murió y la Real no consiguió el ansiado gol
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