Once victorias consecutivas suma ya el Atlético. Once partidos desde que el equipo de Simeone empezó a despejar las dudas de un comienzo tembloroso con una victoria sufrida en Vic en la Copa. Desde entonces sólo sabe ganar y es capaz de encontrar la victoria por diferentes caminos. Con goleadas, con remontadas o con partidos sufridos como el que propuso el Getafe.
Nadie dijo que fuera fácil, aunque el Getafe nunca ha conseguido ganar a Simeone y durante años fue incapaz, incluso, de marcarle un gol. Pero si algo tiene el equipo de Bordalás es que no regala nada, aunque tenga que poner a un par de canteranos desde el principio para espabilar a los titulares.
Tuvo que esperar el Atlético para que llegara el gol en un remate de Sorloth a pase de Molina desde la derecha. Le funcionaron los cambios a Simeone, que volvió a confiar en los mismos que derrotaron al Slovan en la Liga de Campeones.
Siempre ha confiado en Sorloth el Cholo y, aunque a veces se le crucen partidos como el del Lille o el del Sevilla en los que parece imposible que marque por mucho que remate, el noruego le devuelve la confianza con goles. Molina lo vio sin necesidad de llegar al área para sacar el centro y Sorloth llegó preparando la cabeza desde un rato antes para poner al Atlético por delante.
Simeone ya ha encontrado un equipo en el que confiarcon algunas variaciones. A veces entra Gallagher por Lino, pero Le Normand, por ejemplo, ya no cabe. El internacional español sufrió un golpe en la cabeza en el derbi contra el Madrid y juega con una protección en la cabeza desde que reapareció, pero es el buen momento de Lenglet el que le roba el puesto.
El Cholo se preocupa por decir que todos son importantes, pero hay unos que lo son más que otros. Aunque, para dar la razón al entrenador rojiblanco, el gol de Sorloth llegó ya sin Llorente, sin Giuliano y sin Griezmann en el campo, tres de los jugadores fundamentales para este buen momento del equipo. A ninguno de los tres les tocó brillar contra el Getafe, como al resto del equipo, aunque el pequeño Simeone pudo haber marcado ya en un remate de cabeza en la primera mitad.
El centro le había llegado, como casi siempre en esos primeros 45 minutos, desde la izquierda, desde el pie de Javi Galán. Eran él y Lino, en una de esas pequeñas sociedades que hacen crecer a los equipos, los que llevaban más peligro para la portería de David Soria.
El Getafe, que ya rompió el año pasado la racha de victorias en casa del Atlético, estaba empeñado en cortar también la de triunfos consecutivos que disfrutan ahora los del Cholo. Y, aunque se conformaron con resistir en el primer tramo del partido, con sólo un delantero y cinco centrocampistas por delante de la defensa para dificultar la creación del Atlético.
Era Djené, central de profesión, uno de los centrocampistas, para dar más consistencia al juego defensivo, pero el Getafe se cansó de esperar y pasó a la acción con el comienzo de la segunda parte. Álvaro Rodríguez ya no estaba solo, lo acompañaba Uche. Y la portería de Oblak estaba más cerca de repente.
Y cuando más metido en el partido parecía el Getafe llegó el centro de Molina que remató Sorloth de cabeza. Y entonces el partido pareció acabarse. Aunque el Metropolitano temiese el empate en una falta al borde del área que Milla lanzó por encima del larguero y Correa estuviera cerca de marcar el segundo al aprovechar un error de Juan Iglesias al ceder la pelota a Soria desde el centro del campo. Pero Milla llegó a tiempo para corregir la jugada.
El Atlético ya tenía bastante con el gol de Sorloth.