A fuerza de haber agotado uno por uno a todos sus comodines, de haberme topado con jugadores más fuertes (Lazio), pero sobre todo de habernos hundido con demasiada frecuencia (Ferencvaros, Rangers), el Gimnasio está en su lugar (35mi) que temía. La de un equipo al borde del precipicio que disputará esta tarde la primera de tres finales para mantener las esperanzas de clasificarse para los play-offs.
Sin ser matemático, parece obvio que tendrás que ganar al menos dos, lo cual no es tarea fácil cuando no has podido hacerlo las primeras cinco veces. Como símbolo, su oponente de la noche, el Union Saint-Gilloise, al que Franck Haise estuvo a punto de unirse para ser el segundo de Luka Elsner hace unos años y cuyos resultados, según confió, sigue de cerca, ocupa 24mi y último lugar de clasificación.
Los belgas, que no han perdido en nueve partidos en todas las competiciones, están tres puntos por delante de los niçois, que deben borrar esta diferencia para mantener la esperanza.
Boga al lado
Ganar no es sólo una cuestión de supervivencia, es también una cuestión de orgullo y de imagen para un club que está pasando apuros en la escena europea en comparación con otros equipos franceses. Evidentemente existen circunstancias atenuantes, ya que es difícil actuar en ambos aspectos con una enfermería abarrotada. Pero demasiados ingredientes que el Gimnasio no incluía cuando el grupo era más grande.
Ahora ya no tiene otra opción. “Queremos darlo todo para evitar arrepentimientos” afirmó Franck Haise el sábado tras la victoria (2-1) ante el Le Havre. Ayer, en los pasillos del histórico estadio Rey Balduino (antiguo estadio de Heysel, tristemente conocido por la tragedia que provocó la muerte de 39 personas en 1985), el entrenador del Niza no ocultaba la urgencia de la situación. “Si no conseguimos un resultado positivo y con dos puntos lo mejor sería ganar, sería el fin de nuestras esperanzas en la Copa de Europa”.. Un partido de última oportunidad, por tanto, en el que el OGC Nice volverá a afrontar en filas muy reñidas, ya que Jérémie Boga, lesionado en el cuádriceps en el entrenamiento del martes, se sumó a los otros doce ausentes. Mohamed Abdelmonem no volverá antes de 2025, y si Franck Haise está contento de haber recuperado a Jonathan Clauss (“Tiene buenas sensaciones pero sólo ha hecho dos entrenamientos”), aún debía completar su grupo con cuatro jóvenes del grupo Élite (Nandjou, Salhi, Monteiro, Bousnina).
Para alargar el suspense y lo que está en juego hasta 2025 (Niza se enfrentará a Elfsborg y Bodø/Glimt), los Aiglons tendrán que ignorar el viento en contra (lo hacen muy bien en L1), resistir el frío glacial (menos de 3 grados) y aguantar con un césped en muy malas condiciones, como hemos visto, lo que según nuestros colegas belgas es común en el campo llano. Las condiciones no son las ideales. Pero el Gimnasio, que contará con el apoyo de 850 seguidores, no tiene más remedio que convertirlo en una fuerza. Haise quiere creerlo. “Aunque sea un periodo complicado, estoy convencido de que los jugadores lo darán todo”.
Su futuro europeo depende de ello.
Las probables composiciones
la declaracion
“Si nos referimos al ranking de su competición, siguen estando entre los cinco primeros de Francia. El Niza tiene un entrenador que ha hecho muchas cosas buenas en Lens, que tiene un estilo de juego positivo y ofensivo, con y sin balón. Es un equipo de gran nivel, con buenas personas en el campo. Será un partido difícil para nosotros”.Sébastien Pocognoli,
entrenador del Union Saint-Gilloise
las estadisticas
14
OGC Nice tiene 14 goleadores diferentes esta temporada. Se trata del total más alto para un mismo equipo en los cinco grandes campeonatos europeos.
9
El Union Saint-Gilloise acumula 9 partidos sin perder en todas las competiciones (5 victorias, 4 empates). Su última derrota se remonta al 27 de octubre (derrota por 3-1 ante el Círculo de Brujas).