El cardenal François-Xavier Bustillo, obispo de Córcega, analiza en una entrevista con la AFP la salud del Papa, su ausencia en Notre-Dame, su acción en el Mediterráneo y el “entusiasmo” por su “visita histórica”, el domingo a Córcega.
P: ¿Cómo está el Papa Francisco?
R: Lo vi el sábado, pudimos hablar sobre la organización de su peregrinación a Córcega. Está en buena forma, feliz de venir. Visto su entusiasmo, visto el entusiasmo de los corsos, creo que lo vamos a pasar bien. Con el Papa tenemos una relación completamente fraternal, amistosa pero no privilegiada. Me hace sonreír cuando la gente dice que soy +el favorito del Papa+. Él no viene por mí. Viene a llevar una palabra de esperanza a una diócesis. Es un hombre libre. Tiene palabra de autoridad pero también es capaz de ser amable y aportar ternura a la humanidad. Tiene casi 88 años, tiene dificultades de movilidad pero su cabeza y su espíritu están ahí. En un momento en el que se tiende a la resignación, el Papa se entrega hasta el final. Es un hermoso modelo de vida.
P: ¿Está Córcega preparada para acogerlo?
R: Córcega está preparada desde hace mucho tiempo. En cada parada de la gira habrá cantos. Es justo que cuando el Papa visite una nueva realidad, podamos presentarle el genio local, quiénes somos, qué hacemos, nuestras tradiciones. Saldrá, espero, enriquecido. La diócesis es pobre, la región de Córcega no es rica, pero con la confianza y la esperanza de todo lo que la gente da, creo que lograremos una acogida digna del Papa. Todo va bien. Tengo confianza.
P: Notre-Dame reabrió sus puertas este fin de semana. ¿Se perdió el Papa un momento de adhesión a la Iglesia que realmente lo necesita?
R: La Iglesia de Francia necesita ciertamente unidad, esperanza y entusiasmo. El Papa no estuvo presente físicamente en Notre-Dame, estuvo presente emocional y espiritualmente, a través de la carta que el nuncio apostólico leyó en su nombre. Por eso el Papa no es indiferente. En París hubo una extraordinaria influencia internacional. La fiesta de Nuestra Señora no fue despreciada ni descuidada por la ausencia del Papa. Notre-Dame sonrió.
P: ¿Es casualidad que venga a una isla con aspiraciones autonomistas?
R: No va a entrar en discursos políticos. El Papa viene en el marco de una conferencia sobre la piedad popular, en el contexto del Mediterráneo, esta cuna de la civilización un poco dañada porque hay muchas tensiones, guerras, muertes y viene a reparar el vínculo. Creará puentes entre el norte y el sur, el este y el oeste. Él nos hablará del gozo y la esperanza de creer y lo necesitamos.
P: ¿Qué quiere hacer el Papa al crear cardenales en todo el Mediterráneo?
R: El Mediterráneo necesita personalidades capaces de movilizar conciencias e inteligencias para crear este diálogo entre el Norte y el Sur, entre el mundo musulmán y el mundo cristiano. Así creó cardenal al arzobispo de Teherán. Necesitamos encontrar figuras capaces de hablarnos mejor sobre el Islam para que no estemos en una lógica del miedo sino en un movimiento para crear fraternidad.
P: ¿Repetirá su condena a la mafia en Córcega, tal como lo solicitó un colectivo antimafia?
R: Sobre la mafia, la eutanasia, el aborto, ya ha hablado, ha pronunciado palabras de autoridad. El Papa nos contará su visión de la piedad popular y del lugar de lo sagrado en el espacio público. También dará un mensaje de paz diez días antes de Navidad.