Cuando pintan bastos, Thibaut Courtois emerge. Magnifica su figura. Ante la Atalanta, el guardameta madridista mantuvo viva la llama de los suyos para guardarse en el bolsillo un triunfo que, vista la clasificación de Champions en la víspera del choque, resulta balsámico (2-3). En mitad de la vorágine, donde el conjunto italiano cargó las tintas sobre el área de los hombres de Carlo Ancelotti, Thibaut sacó varias manos monumentales, de esas que, a la postre, sirven para ganar partidos.
Desde hace tiempo, las escabrosas salidas del Madrid por el Viejo Continente están monopolizadas por el belga. Aunque el equipo blanco cortocircuite de vez en cuando en otras líneas de campo, Courtois nunca quita el cerrojo de su portería. Se abona a la épica y, por ende, suele acabar los partidos con la capa de héroe. Que la Atalanta, comandada por Gasperini, le derrumbara el muro en dos ocasiones no salpica su listado de intervenciones en Bérgamo.
El empate a uno (justo antes del tiempo de asueto), que subió al luminoso por un penalti cometido a manos de Tchouaméni, estuvo efectuado de forma sublime por De Ketelaere. Concentración, obús y balón a la escuadra. Ahí, el ex guardameta del Chelsea no pudo apagar el fuego. Misión imposible. Luego, ya en el segundo periodo, el tanto del combativo Lookman para colocar el definitivo 2-3 vino a razón de un despiste defensivo del cuadro de Chamartín.
Acostumbrado a lucir con luz propia en las noches de Champions y, sobre todo, en citas señaladas con tinta roja en el calendario, Courtois se convirtió en el principal escollo de una Atalanta que acumulaba 14 encuentros sin doblar rodilla. De hecho, los números lo corroboran: el portero madridista selló un total de siete paradas salvadoras. Como al buen hacer de Thibaut se le unió la ‘BMV’, con tres zarpazos letales, el resultado terminó dando un respiro profundo en las filas capitalinas.
Después de la victoria, que encuadra al Real Madrid en el puesto número 18 de la tabla, Courtois habló en el micrófono de Movistar+ desde las entrañas del Ciertamente etapa. «Sabíamos que era un campo difícil, al igual que su manera de jugar. Son líderes en liga. Hemos empezado bien con el gol, y con alguna ocasión. Luego nos costó, y bueno, el penalti es mala suerte. Mejoramos en la segunda parte, marcamos dos, pero encajamos también. Aunque mantuvimos bien la victoria y aguantamos sus últimos ataques»confesó el belga.
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